viernes, abril 19 2024

La empresa es mía. by Silvia Salafranca

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Aquella noche marcaba un antes y un después en mi vida y en todo lo que se cruzase en mi camino. Nos encontrábamos en la cena de gala benéfica de la empresa, donde por herencia  poseía la mayoría de acciones y me encontraba a unos días de adquirir mi nuevo legado como presidente. Al menos era lo que yo me imaginaba con mi chaqué a medida y una sala llena de accionistas, periodistas y altas alcurnias con quien codearme.

Las mesas estaban reservadas y la mía estaba a pocos metros del escenario, me había quedado un tanto fuera los días anteriores del mundo real por petición de mi abogado, puesto que mi padre no hacía tanto que había fallecido.

En la mesa se sentaba mi abogado, otro de los accionistas mayoritarios acompañado de su exuberante mujer y cuatro personas más que no eran claramente conocidas.

Fue entre las conversaciones cuando comprendí que me habían dejado fuera de la empresa, de la cual mi padre, había sido presidente durante más de cincuenta años. Un nudo paralizaba mi garganta y el cava era imposible de apaciguar esa sensación.

Detuve la conversación que tenía James con Brandon inclinándome sobre su hombro y sin rodeos le pregunté:

̶  ¿Cuándo tenías previsto decírmelo? Como abogado y después de tantos años trabajando con mi padre, no esperaba tener que enterarme de vuestra jugada por conversaciones ajenas.

Le decía a James en tono bajo y con los ojos clavados como puñales.

̶  Lo sé Jhon, si quieres mañana hablamos en tu despacho, hay varios antecedentes a los que se han agarrado para dejarte fuera y uno de ellos fueron tus episodios de esquizofrenia.

̶  ¿Perdona?

Comencé a reír convulsivamente sin poder remediar la excusa a la que se habían aferrado.

̶  Mañana quedaremos en tu despacho James a las 12 de la mañana.

̶  Está bien Jhon y ahora trata de disfrutar de la velada, ya sabes que esta gala también es en memoria de tu padre.

La cena ya no tenía aliciente ninguno más que la mujer de Brandon que desde el punto crudo era al que iban a poner como director como siguiente accionista mayoritario.

Varias copas finalizaron aquella noche con mi pajarita desabrochada en todos los sentidos y mis dedos enredados en el cabello rubio de la accesible mujer de Brandon con mi número de teléfono anotado en su móvil y el baño siendo el lugar de las embestidas donde mi cabeza estaba alimentándose de su futura venganza.

Veronic la mujer de Brambom salió del baño muy decorosa,  para localizar a su marido mientras que yo hacía tiempo dentro y al rato me marchaba sin despedirme. Tal y como habíamos quedado a las 12, llamaba al timbre de la casa de James.

̶  Pasa Jhon, tendremos que ser breves voy con la mañana repleta de citas programadas y la tuya no la tenía ni en la agenda.

Entonces comprendí que todo iba sobre ruedas. Mi abogado era un hombre que por el dinero hacia años se había quedado solo, el poder le había convertido en un huraño sin principios. El estar en un estatus elevado te facilita el alcance de cosas que uno no se llega a imaginar. Mostré cercanía con James para entablar conversación sentándome en el sofá de su salón.

̶  ¿Quieres tomar algo?

̶  Sí sirve dos copas de un coñac de los buenos que ya que me quedo fuera… al menos algunas ventajas tendré sobre la herencia.

̶  Claro que sí, ahora lo hablamos.

Observé como sacaba las copas del armario y las servía mientras que gentilmente me acercaba la mía.

̶  Verdaderamente tenía programado citarte la próxima semana para verlo todo, tal vez debería de haberte informado de los cambios antes, a pesar del fallecimiento de tu padre. Te adelantaré un poco, y lo firmamos o resolvemos dudas una vez sepa por mi agenda que día nos viene mejor.

Veía a James aún así distante y aproveché la situación.

̶  Bueno, puede que ayer si me llevase una verdadera sorpresa. Si quieres mira, aún así, que día podrías de la próxima semana, puesto que tal vez viaje y te concreto entonces el martes por ejemplo. Posó su copa en la mesa dirigiéndose a su despacho que se encontraba dos habitaciones siguientes al salón (aún recuerdo todo lo que había correteado por su casa cuando mi padre aún vivía)

̶  Un segundo Jhon traigo la agenda y concretamos.

Le vi marcharse y utilicé mi oportunidad volcando un veneno de serpiente que hacía un tiempo me habían proporcionado.

̶  Ok creo que podría organizar todos los papeles relativos a la herencia para el miércoles o jueves cuando te venga mejor. Lo que sí te puedo decir es que te quedes tranquilo porque aunque no te quedes al cargo de la empresa, se queda en buenas manos; Brandom es un hombre con muchos años de experiencia y tú tendrás cubierta tu vida y la de tus hijos.

̶  Me quedo entonces más tranquilo James, brindemos por ello, la siguiente semana te concreto el día que podría quedar.

Las copas brindaron y vi bajar por la garganta de James el coñac, según me habían explicado los efectos no eran inmediatos sino a la media hora aproximadamente causaba una parada cardiaca.

̶  Bueno no te entretengo más, entonces James.

̶  Mejor, me vas a disculpar pero tengo una cita precisamente con Brandon y estaba evitando un encuentro de tensión entre ambos.

̶  Formidable, bebo agua si no te importa y te dejo la copa lavada, me imagino que él también tendrá motivos para brindar, ya sabes que mis manías en el orden son algo que aún no he remediado.

̶  Tranquilo, me parece estupendo.

Miré el reloj y rápidamente limpié absolutamente todo lo que pudiera dejar vínculo de haberme encontrado allí. Le estreché la mano y salí lo más rápido posible limpiando el timbre justo marcharme. Salí con mi vehículo mientras que en el quiebro veía a lo lejos acercase el coche de Brandom y todo lo que parecía que iba a ser más complicado se convirtió en un juego de niños.

Miré el reloj y todo cuadraría a la perfección. Fui directo con mi maleta en el vehículo al yate de mi padre a unos 200 km aproximadamente de allí, cuando me quisieron llamar para informarme, yo ya surcaba los mares con una amiga mía con la que había quedado anteriormente.

̶  ¿Cómo? Pero si ayer estábamos estupendamente en la cena de la gala benéfica. Claro que me acerco lo antes posible, cuando atraque en el puerto, voy directo.

Llegué lo antes posible a la comisaría para prestar declaración con mi amiga Eva, a la que la prometí por los inconvenientes ocurridos dar una velada más íntima después.

Claramente habíamos estado toda la mañana juntos. Esos datos efímeros de la exactitud se escapan cuando todo marcha sobre ruedas y la globalidad es lo que queda anotado en la declaración.

̶  Siento decirle señor inspector que yo tenía conocimiento de los cambios, pero como verá y más con mis antecedentes de salud hasta las decisiones tomadas por Brandom y mi abogado me beneficiaban ya que el resto de mi vida viviría sin preocupaciones, lo que sí sé, es que James no se fiaba aún así de Brandom, puesto que se temía que cuando tomase la empresa le dejarían fuera como gestor y abogado después de tantos años. Por eso mi abogado y padrino creo que había buscado las formas legales para que yo finalmente siguiera siendo el mayor accionista.

̶  No me diga más, muchas gracias por su declaración ha sido de gran ayuda, le pido disculpas por hacerle interrumpir su día, en el caso de necesitarle le volveremos a llamar nuevamente.

̶  Claro que sí, encantado de poder ayudar, era lo único que me quedaba después de mi padre y parece que alguien quisiera llevárselos por algún motivo extraño. Con Eva nos marchamos y escuchamos al inspector mientras solicitaba los resultados forenses.

A los meses… Brandom tenía una maravillosa cadena perpetua. Yo me convertía en el presidente que continuaría el legado de mi padre, la mujer de Brandom se separó de su marido y comenzaba una bonita historia de amor a mi lado y yo, me tumbaba en el sillón de mi despacho pensando que nunca deben jugársela a alguien que piensan que está loco. Porque quizás los locos… tengan un estupendo laberinto en la cabeza y sepan mover mejor las piezas de ajedrez.

 

 

 

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