Elaborar un microrelato tiene su dificultad, Awilda Castillo lo resuelve y permite ver las diferencias de roles en nuestra sociedad. –j re
Ella terminó de hacer su maleta, sus cosas más necesarias serían las que se llevaría. Nada de las joyas caras que Federico le compro en estos cinco años, ninguno de sus perfumes de marca y pocos zapatos en lugar de los ciento veinte pares que tenía en patrimonio. Hoy va de Jeans y una cómoda blusa blanca, con una pequeña bufanda en rojo como para contrastar. Se mira al espejo y sabe que su vida va a cambiar totalmente cuando cierre la puerta a su espalda. Es un riesgo que le tocara asumir.
—No podrás cargar en esa maleta con todo lo que te di, ni además permitiré que te lleves nada de valor. Todo lo que tienes es mío. Es más, si quiero puedo sacar hasta lo que tienes ahí, y tendrías que irte sin nada.
Ella le mira con firmeza y sonríe…
—Puedo llevarme la maleta vacía y me iré con gusto Federico, porque en esta maleta llevo todo lo que quiero… ¡Libertad!
Dió cinco pasos hasta la salida y cerrando la puerta a su espalda, lo dejó.
2 Comments
¡Lo amé! 😮 ¡Qué genial relato! 💕
Genial, Awilda. Hasta vi la escena.