
Un día de primavera casi verano, su ciudad estaba ambientada como si fuera Japón, por los arboles llenos de flores de color rosa, todo muy bonito, y a Alex eso le gustaba, ya que a él le atraía mucho la cultura japonesa y un día quería ir.
También lo que más le gustaba de ese hermoso país es la comida, como el ramen japonés. Alex estaba estudiando fotografía, y cuando tuvo que empezar a trabajar sintió una fuerza extraña en su interior; no era la primera que lo sentía, también le había sucedido otras veces, pero siempre cuando acaba los cursos de educación estudiantil.
Ahora que era un adulto lo controlaba bastante bien, así que se propuso ir de viaje a una isla desierta, sin ningún habitante, solo vegetación verde y abundante.
Lo hizo en un avión privado de su padre, aterrizo y se fue, él estaba dispuesto a quedarse para siempre, pero su familia con su novia no lo estaban, pero tampoco querían agobiarlo. Después de estar pensando en lo que podría suceder si no bajaba al final se decidió y saltó como un palo hacía el agua y el avión le acercó la mochila a la arena para irse al fin.
Después camino un buen rato para encontrar algún alojamiento, y lo encontró Cuando entró se pensaba que encontraría algo peor, pero no fue así, era una casa de madera bastante grande. En la casa había mucho desorden, se pensaba que la gente que ha venido a escapar de su vida anterior lo dejarían más desordenado, pero no.
La casa por dentro era de madera marrón clarito con muebles de madera también y con algunos libros con fotos en la mesa grande, las imágenes son de una chica muy mona con caras muy graciosas, en una estaba muy pensativa y le hizo una foto para guardarla de recuerdo, junto con una con una mirada cutre. Después de hacer una pausa si había algo interesante vio un sofá bastante apetecible y dejo todas sus cosas en el suelo para tumbarse en él.
Cuando se tumbó recordó los peores momentos en el instituto y lo solo que se sentía, pero cuando entró en la Universidad esa soledad cambió, al conocer a su actual novia, pero antes de irse de viaje no estaban muy bien, ella le tiraba objetos sin ningún motivo y se hacía la victima cuando llegaban los padres de Alex. No aguantaba la vida en la ciudad.
Cuando despertó de su larga siesta tenía delante a la chica de las fotos y se desmayó, cuando volvió a abrir(mirar) la chica tenía dos vasos de agua y Alex se los cogió los dos, ella no podía entender porque actuaba así y cuando Alex la miro puso morritos y sus mofletes se hincharon como un globo.
El, para compensárselo le dio un vaso de agua de la nevera. Estuvieron un buen rato hablando de su vida, pero de vez en cuando su amiga estaba muy alocada, era la típica chica fan de un grupo de cantantes o así, pero se la veía muy buena persona.
Después de un buen rato colocando mis cosas salimos a explorar el lugar, ya que ella solo llevaba un largo día sin salir de la caseta. Cuando estábamos por un puente no muy seguro vimos desde lejos a otra chica mucho más mayor que mi amiga, pero un año más joven que yo, llevaba el pelo negro con mechas moradas. Cuando la estábamos observando enseguida se dio cuenta y se marcho corriendo.
Al final seguimos caminando y vimos toda la isla, pero estábamos muy cansados que nos alojamos en el primer sitio que parecía una caseta, pero en cambio era marrón no como la nuestra de color gris y negra. A mi amiga Laura no le hacía mucha gracia entrar, pero yo le insistí y le di un beso en la mejilla para luego cogerla de la mano y entrar juntos.
Toda la decoración era muy minimalista sin haber blanco, solamente gris y negro, con unas fotos encima de la mesa de la chica a la fuga y mías, en ese momento no entendía nada, no sabía porque esta persona tenía fotos mías sin haberle dado yo, así que saque mi poder oculto para enseñárselo a mi amiga Laura, aunque la haya conocido hoy ya la considero mi amiga.
Ella se sorprendió sonriendo y riendo a la vez, pero con los nervios que sentía se le paso la broma para esconderse en el baño porque escuchó la puerta abrirse, Alex no sabía cómo reaccionar, así que se puso en una pose muy disimulada irónicamente.
La chica a la fuga lo miro de una manera muy rara y le dijo su nombre para crear confianza, era Violeta. Ella le dijo la verdad, que ella era la villana de esta historia que se ha inventado el para no aburrirse, pero que no le iba a hacer nada.
Él tenía sus sospechas, pero confío en ella, así que cuando fue al baño vio a Laura escuchando música tranquila y le contó el plan que tiene para acabar con Violeta, la “villana”, al final salieron los dos del baño, para formalizar el asunto, Laura y Violeta se presentaron amistosamente, ellos dos fueron hacía su casita, pero Alex con uno de sus poderes notó que les estaba siguiendo Violeta, él se giró para comprobarlo y ¡allí estaba!
Se encontraba detrás de nosotros para saber lo que estábamos hablando, Laura y ella estaban peleándose mientras Alex estaba observando las plantas de su alrededor recalculando el plan que iba a hacer para deshacerse de Violeta y que les dejará vivir a los dos.
Cuando las dos pararon de pelearse Violeta estaba magullada por todas partes, pero en cambio Laura solo tenía un golpe en la pierna, nosotros nos sorprendimos cuando solo se pasó la mano por la pierna y se le desapareció el golpe, eso le enfureció a Violeta, pero a mí me alegro.
No sabía Laura que tenía un poder, después me explico que era un don que tenía desde pequeña, cuando volvimos a nuestra casita planeamos como acabar con Violeta, Laura se puso un poco celosa, pero lo entendió.
Fui a la casita de Violeta y comimos juntos, después vimos una película picante con amor salvaje, así que hice como en la película, pasamos a su habitación cerrando la puerta detrás de nosotros; en ese momento entro Laura con un clip sin hacer ruido y Alex fue al baño dejándolo todo oscuro. Laura y Alex cogieron a Violeta y la llevaron a un avión para otro país, al final la pasaron los dos juntos en la isla genial. Pero Alex se tuvo que ir y se despidieron.
1 Comments
[…] Un viaje inolvidable by Leila Garcia — MasticadoresEspaña […]