#Diario de un confinamiento by Beatriz Osornio Morales

Se incorpora Beatriz Osornio a Masticadores (radicada en EEUU). Bienvenida Beatriz! -j re crivello Nota: ya son 104 colaboradores.

Cuarta Semana de Confinamiento Por: Beatriz Osornio Morales

A los muertos, ya jamás me los encontraré en la calle para saludarlos aunque sea a distancia, o mentarle la madre a alguno de ellos quizá, por qué no, si uno nunca sabe los posibles altercados entre la gente. Con otros llegaríamos a ser grandes amigos, seguro.

Me hubiera gustado conocerlos a todos, incluso a los que no.

Cada individuo que se va cuelga los guantes sin querer, mejor dicho, se los arrebató el virus,  y los dejó sin armas para pelear contra la epidemia. Cada uno deja un nombre  vacío en el mundo. Cada uno, no es uno, es una familia, una hija, un hermano, un esposo, un prodigio, un amigo, tampoco son números. Se van dejando historias sin vivir ¿Quién contará su historia? Pero yo lo que estoy pensando es que,  no puedo ni con los míos, hay distancias de por medio, distancias físicas además.

¿Entonces?

La noche avanza desde que se derramaron las primeras gotas de la tinta, y con la oscuridad, los sueños. Sospecho que voy a despertar con hambre otra vez, como cada vez que sueño con comida. Estas fresas son suculentas. Hace tiempo que no las comía así, a veces están agrias. Esta son muy  jugosas y dulces, tan jugosas que el  jugo me escurre por los labios,  tu beso bebe de mi pozo, y el festín se prolonga tras la repetición.

Gracias al cielo el virus, que ha atacado hasta los mercados, aún no toca los sueños.