Vienen mis hijos a verme y me baila el corazón, sale a flote el barco hundido, sale a flote mi ilusión. De nuevo alguna mentira que disculpe los morados, alguna absurda caída que justifique los daños. Reímos con mi torpeza, con mi poca agilidad, con mi falta de destreza, con mi escasa habilidad. Esta escalera dichosa que tantas veces rodé, haremos alguna cosa, que no vuelva a suceder. Y se marchan tan contentos, sin enterarse de nada, y lloro sólo por dentro, con la cara iluminada. -PÁGINA WEB: www.beatrizberrocal.es -BLOG: http://comolavidamisma-beatriz.blogspot.com/
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Conmovedor poema. Me deja sumamente pensativo en la justificación de la escalera. Buen fin de semana Felicita.