sábado, diciembre 9 2023

Aquelarre by Aneizar L.

A la hora de la media noche, donde la magia surge por cualquier rincón. La luna brilla más grande que cualquier otro día. A lo lejos, en la espesura del bosque… Se divisa otro punto caliente. Reunidas tres jóvenes novatas encienden una hoguera y comienzan asar unas nubes.

—Chicas encontré este libro en el desván de mi abuela. Además me gustaría contaros algo.—Dijo Circe mostrando el libro a sus amigas. De las tres chicas era la más reservada, pero dentro de ella ocultaba un gran talento para las artes oscuras. Era momento de contárselo a sus amigas. Pero para sorpresa de ella, no era la única en esconder un secreto. Azora fue la siguiente en hablar, y lo soltó de golpe.

—¡Soy bruja!— La atención dejo de centrarse en Circe pasando a mirar a Azora, que era todo un manojo de nervios. Aitana que era la mayor se levantó y mirando a sus amigas levantó la manga de la chaqueta, mostrando su muñeca derecha. Se podía ver unas marcas de cruces estriadas. Siguiendo los pasos de su amiga las otras dos chicas restantes comenzaron a enseñar sus marcas. Circe enseñó su antebrazo derecho mostrando dos serpientes entrelazadas y Azora muestra el lateral del antebrazo dejando ver una serie de espirales unidas. Ambas se miran sin saber que decir, parece que la tensión del momento se va y por fin las chicas se relajan y comienzan a reírse.

—Soy del Aquelarre del Norte “Ilargi Betea Iluna”.— Dijo Azora.

— El mío es el Aquelarre del sur “Otsoa uluka” conviviendo en la naturaleza.—Siguió Aitana.

— En el centro del bosque está el Aquelarre más sabio y dominante de Euskal Herria, “Sugearen azala”.—Aitana y Azora se quedaron con la boca abierta al saber que su amiga era una “piel de serpiente”.

—Ese Aquelarre está dividido por el nivel de magia. ¿Verdad?— Circe solo asiente, confirmando así la pregunta de Aitana.

—¿En qué nivel estas?— Circe paso por su rostro la mano bajando el manto de magia que le cubría una brillante piel de serpiente dorada en un lateral de su rostro, luego ella sola desapareció.

—”¡Urrezkoa!”.— Dijeron las dos chicas al unísono.

—¡Se te considera casi de la realeza en el mundo de la magia oscura!

—¡Y en el de la blanca!— Las dos se ven muy emocionadas con las noticias contadas por Circe.

—Anda que lo que ya es casualidad, es que las tres seamos brujas herederas de sangre.

—¿Sabéis lo que significa todo esto?— Pregunto Aitana.— Las otras dos muchachas se escogieron de hombros.—Los hilos de nuestros destinos se han anudado para que los sigamos tejiendo ¿Y…? Si somos las próximas Moiras.

—¿Qué?— Se escucha a Circe y Azora.

—Las Parcas o Fatae.— Las chicas siguen poniendo cara de incógnita, Aitana resopla frustrada.—La Moirak o Grim Reaper.

—Las brujas hermanas de profecitar la vida pasada, presente y futura.

—Esas, somos nosotras.

—”Patuaren Ahizpak”. Colocar las muñecas izquierdas.— Circe pasa su mano por encima de las tres muñecas.

—Oficialmente somos “Hermanas del destino”.— Un tatuaje con forma de ojo aparecía en el lugar elegido por las jóvenes brujas.

—Somos las tres magas del bosque, veladoras de la vida y quien pone fin a la misma.

—Te ha salido muy poético, ¿No crees?—Decía Aitana.

—Pues compañeras magas, “Patuaren Ahizpak”.—Completaba Circe.

—”Basoko hiru morroiak”.— Dijo Azora de nuevo.

Aitana colocó una mano sobre el hombro de Circe para mostrarle su apoyo.

—Lo siento Azora, pero yo también prefiero ser “Patuaren Ahizpak”.

—Yo creo que se nos conocerá por muchos nombres en el futuro, ya comencé a tener el primer hilo que tejer. Démonos las manos.

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