No sé nada del mar…
sin embargo,
me gusta la sal de tu piel.
No sé nada de olas…
sin embargo,
me arrastras como una resaca
hacia ti.
No sé nada de barcos…
sin embargo,
encallado estoy entre
tus piernas.
No sé nada del mar…
sin embargo,
te amo,
y sé de inmensidad.
Enviaseló a tus amigos:
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
2Comments
Add yoursUn poema corto pero que me ha llegado hondo.
Me alegro enormemente.