Jerónimo es escritor y poeta, vive en Venezuela y es editor de MasticadoresVenezuela&Colombia. En esta entrevista podemos conocer como ve el proceso creativo y como se enfrenta a ello diariamente.
1.- ¿Por qué escribes?
Escribo para dar nombre a esa resonancia entre la belleza de adentro y la de afuera, a ese roce entre mi alma y la del mundo.
2.- ¿Desde cuando escribes? ¿Hubo algún momento puntual que te abocó a comenzar a escribir?
Escribo desde los 18 años (hace 35). Simplemente tomé un cuaderno y empecé a escribir un poema. Aún guardo esa libreta.
3.- En tu jornada diaria, ¿cuánto tiempo le dedicas a escribir? ¿Tienes algún ritual antes de enfrentarte al folio en blanco?
Escribo a diario, pero sin horario. Generalmente escribo con música de fondo y, según los casos, puedo escribir con pluma fuente o en la PC.
4.- ¿Eres escritor de brújula o de mapa?
Nada de brújulas ni mapas. Nada de estrellas o caminos. Sigo el impulso de mi interior. En todo caso, el viaje es hacia ese misterio interior, un viaje sin caminos porque a cada día cambia esa geografía que soy.
5.- ¿Qué te gustaría reseñar sobre tu obra literaria?
Soy bastante torpe reseñándome. La experiencia me ha enseñado que casi siempre me equivoco, y he aprendido a confiar en la apreciación de los demás.
6.- Qué piensas sobre las nuevas tecnologías como instrumentos para el escritor. ¿Ayudan o entorpecen?
Son medios y, como tales, los exploro todos, y descubro que cada uno tiene su encanto.
7.- Publicar en digital, ¿cambia tus métodos de inspiración o trabajo?
No. Mi inspiración y método ni siquiera tienen que ver con el hecho de publicar: tengo libros escritos que se quedarán inéditos…
8.- ¿Consideras que acceder el lector que lee en Tablet, ordenador o móvil, en diferentes espacios, por ejemplo, tren, bus, metro, puede favorecer a que seas más leído?
Sin duda. Mientras más medios, más lectores. La calidad del lector… eso ya es harina de otro costal.
9.- ¿Crees que, durante La Pandemia, la soledad y el aislamiento influyeron en tu red de contactos? ¿Aumentaron tus lectores?
En mi caso, no. No soy de muchos amigos, así que cuido los que tengo. Y en cuanto a mis lectores, siempre van en aumento, con o sin pandemias.
10.- ¿Autoedición o editorial? Piensas que aún hay recelos en contemplar la autoedición para publicar una obra?
A mí me da igual. Me autopublico, pero también doy algunos de mis libros a editoriales. No suelo ver las cosas antinómicamente…
11.- ¿Crees que es acertada la apuesta de Masticadores en la búsqueda de ese lector digital? ¿Qué opinas al respecto?
Absolutamente. Masticadores es una excelente alternativa para lectores digitales.
12.-La participación como escritor en Masticadores, ¿esta siendo positiva? ¿Qué te ha aportado?
Para mí, un escritor lo es porque escribe, al margen de que publique o no. John Donne no publicó un solo poema en vida y, sin embargo, es el gran poeta metafísico inglés. Escribió. Y, en mi caso, el hecho de tener que hacerlo semanalmente para Masticadores favorece esa testaruda constancia tan mía…
13.- ¿Cuál dirías que es tu seña de identidad como escritor?
Una concepción filosófica que me he inventado bajo el nombre de idealismo simbólico, que rige mi escritura creativa.
14.-Háblanos de tu último proyecto. ¿Estás trabajando en algún nuevo en la actualidad?
Sí, siempre llevo a la vez varios proyectos de escritura. Nunca escribo un solo libro.
Nota:
Pueden visitar mi página web y explorarla: https://jeronimo-alayon.com.ve/
Mini Bio:
Jerónimo Alayón (Caracas, 1966). Poeta y escritor venezolano. Columnista en el diario El Nacional (Caracas) y en ViceVersa Magazine (New York). Finalista del XXV Premio Internacional Juan Rulfo (París, 2008) con el relato El último tren. Profesor de español en la Universidad Central de Venezuela desde 1994.
Licenciado en Letras (1993) por la Universidad Católica Andrés Bello. Cursó estudios en la maestría de Literatura Latinoamericana (Universidad Simón Bolívar). Se ha dedicado de manera autodidacta al estudio de la filosofía desde 1995.
Ha publicado los poemarios El canto del Jokili (2000), El dios desolado (2011), Paralítica luz (2011), El arpa y la niebla (2011) y Evanescencia (2015); el libro de relatos Las alas del escorpión (2015), y el libro de no ficción Comunicándonos más allá de las palabras (2009). Algunos de sus poemas, relatos y ensayos están recogidos en antologías internacionales (digitales e impresas) y en revistas literarias. Es miembro de la Asociación Hispánica de Humanidades (Greensboro, Carolina del Norte, EE. UU.) y del Círculo de Escritores de Venezuela. Fue alumno del Taller de Poesía, de Leonardo Padrón, del Taller de Narrativa, de Bárbara Piano, y del Taller de Literatura Fantástica, de Luis Britto García. Desde 2012 se ha dedicado a crear un sistema filosófico-literario denominado idealismo simbólico.
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