jueves, abril 25 2024

CARICIA DE SEDA by Felicitas Rebaque

Ella era la caricia sutil, que deja una marca imperceptible en la seda.

Huella indeleble en la piel de un amor inalcanzable.

 La nostalgia inmensa, añorando lo que no se vive, lo que no se puede tener, te ahogaba en un mar de brumas y desasosiegos.

La melancolía te cerró los ojos y nubló tu mente inmersa en una obsesión convulsa.

Ciego y obtuso no discerniste que la emoción que alentaba tu vida  formaba parte de ti.

Percibías el latido de su corazón al unísono que el tuyo.

Tú, necio, creías que era el eco de aquel otro lejano y frío que intuiste una sola vez.

La caricia de la seda. 

El alma que te alimentaba se encontraba hilvanada a tu pecho.

El amor estaba a tu lado, vivía por y para ti.

Cuando la perdiste fuiste consciente de tu error.

Y ahora, solo y abatido no hallas el modo de recuperarla.

Su ausencia es un gran vacío frío y húmedo en tu vida.

No encuentras consuelo ni siquiera aspirando el perfume de los lirios de su jardín.

Y relees una y mil veces sus palabras guardadas como un preciado tesoro pensando que provenían de la otra.

Mitigó  tu dolor entregándote la mayor prueba de su amor por ti. 

Por la obsesión de una quimera no llegaste a vislumbrar que tras esa carta solo podía estar ella. 

1 Comment

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  1. 1
    Ulises

    Con frecuencia he visto que pacientes con psicosis grave han utilizado el hábito de la escritura como herramienta para construir un nuevo relato de sí mismos que les ha servido para anclarse, a su modo pero de forma muy eficiente, a la realidad compartida por todos. Yo ya no puedo seguir ayudándoles.
    Podría decirme si existe la alguna asociación de escritores noveles donde podrían dirigirse y sentirse escuchados?
    Gracias

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