

PENSANDO EN ZENOBIA
Camino con los pies desnudos[1] para que nadie escuche
mis pasos, mi huída
tras aquella voz que me llama con insistencia.
Tras ella, salto muros invisibles,
sorteo obstáculos
esquivo sombras
mientras busco por qué me atrae,
de qué es preludio su llamada insistente
que me cautiva como a la luciérnaga macho
la luz de las farolas.
Nada se me resiste en mi carrera
ni muros
ni obstáculos
ni guardianes
visibles ni invisibles.
Nada coarta la fuerza de mi pensamiento
de la imaginación que –por fin- me hace libre.
Camino con los pies desnudos
mientras gritan
silenciosas dentro de mí
las palabras,
preludio de que me encontraré pronto
con el centinela muerto
el invisible centinela que me ha mantenido atada
¡tanto tiempo!
en esta casa de puertas invisibles
de ventanas cerradas,
indeseado centinela freno de mis ansias de libertad.
Está la vida al otro lado del ficticio cristal
y pájaros perdidos de verano vienen a mi ventana.
Me hablan del tiempo que he dejado escapar,
de todos los recuerdos enredados
en la frágil telaraña de la vida.
Pájaros perdidos de un verano de niñeces lejanas
con sabor agridulce en la memoria.
Pájaros perdidos de un verano de juventud,
de dicha,
de sol,
de risas compartidas
de amores olvidados…
Pájaros perdidos de veranos llenos de oportunidades
rechazadas.
Vuelven a mi ventana hoy, perdidos,
algunos de aquellos pájaros de verano.
Han preferido quedarse rompiendo lazos
con el destino que año a año les espera sin remedio.
Pájaros perdidos que vuelven a mi ventana
mientras el verano, irremediablemente,
se me escurre entre los dedos.
La abro de par en par.
Mercedes G. Rojo
[1] Las palabras escritas en negrita corresponden a diferentes títulos de poemas de Zenobia Camprubí.
Zenobia Camprubí Aymar fue una escritora, traductora y lingüista española. Perteneció a la edad de plata de las ciencias y las letras españolas.