Acostumbro por las noches leer algún libro lo hago entre las 22 y las 23 hs. El viernes pasado mientras leía mi mano izquierda giró la hoja sin haber finalizado la lectura. No fue algo que me llamara poderosamente la atención, pero creo que fue el comienzo. Los días posteriores mi mano izquierda, es la más hábil, actúo con absoluta normalidad. Otra cosa que sí suelo hacer (fruto de varias prácticas) es silenciar mis oídos cuando alguien me habla de un modo totalmente aburrido, pareciera que dejo de prestar atención o más bien me refugio en algún lugar de mi mente. Casualmente el sábado por la mañana, llegó a mi casa la ex pareja, comenzó con un tono adormecedor que sinceramente sólo recuerdo que dijo: “ tenés que firmar porque hay que vender”, mi mano extraña se levantó y le realizó un reverendo Fuck You!. Ante mi sorpresa comencé a reír y el quedó hablando en silencio (más bien dejé de escucharlo). Días posteriores, ella, mi extraña mano parecía adquirir vida propia, preparó un aperitivo (ni ganas tenia de tomarlo). Intentaba controlarla, casi imposible. Durante la noche me dolía terriblemente. Cuando me estaba colocando una camisa, mientras la había abotonado con la mano derecha la izquierda comenzó a realizar la acción contraria, es más abrió el cajón y sacó una remera verde y naranja (me la regalaron y la detesto). Lo mismo ocurre cuando prendo una luz, ella la apaga. O cuando me mete comida en la boca y no tengo ganas de comer. Llegué a pensar que todo el estrés último me ha enloquecido y que tengo de tirana mi mano izquierda. El acto de escribir es totalmente difícil, escribo y ella borra y luego escribe el nombre de alguien permanentemente. Pensé en atarla para que deje de hacer desastres. Anoche fue la última gota que rebasó el vaso. Me había quedado totalmente dormida, en el sueño sentía que no podía respirar, una gran presión estaba sobre mi garganta, soñaba que alguien me estaba ahorcando, hasta que mi mano derecha actúo junto con mi despertar, era ella que quería matarme. Quedé desorientada. El médico me mandó una serie de estudios neurológicos y demás. Tendré que tenerla sujeta durante el día y la noche. Todo lo que la derecha hace ella la izquierda la deshace (si fuera así en varios temas).
Cae la noche y el temor vuelve. Las ventanas están abiertas nuevamente, las puertas sin llaves, las perillas del gas abiertas. ¿Adivinen quién escribe?
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Usted sería un gran baterista.