jueves, abril 25 2024

Cuídanos by Mar Bayona

 

Hace más de un año escribí que te prestaba mis alas para que volaras muy alto. No supe decírtelo de otra forma.

Aquí nos quedamos muchos con la pena mezclada de risas. Con los recuerdos rotos y vivos. Con las caricias ausentes que esperaban volver a escuchar tu voz. Una voz que los últimos días no era tuya. No, no lo era. Tu voz potente se había convertido en un fino hilo que desgarraba el alma. Pero tu fuerza solo te abandonó cuando decidiste partir, cuando la lucha era tan grande que las batallas ya no las podías ganar. Tú, que tanto nos animabas a seguir. Tú, que tan invencible pareciste siempre. Tú, poderoso, capaz de enfrentarte a cualquier adversidad. Tú, a quién todos temíamos si te acercabas a matarnos de cosquillas.

Sigo pensando en ti. Todavía dueles, aunque ahora dueles con una sonrisa y no con lágrimas. Dueles desde el alma, donde vives resguardado con amor. Dueles por tu ausencia llena de historias. Dueles porque, sin ti, nos has obligado a dejar de ser niños.

Deseo que las alas te sirvieran, aunque quizás no las necesitabas. ¿Sabías el camino? Alguien te esperaba allí y deseo que te recibiera con un gran abrazo aunque nunca, siendo realista, fuisteis de abrazos ni besos. Eso lo dejabáis para nosotras. Quizás allí todo es diferente. Sé que las sonrisas iluminaron vuestros rostros en ese encuentro, y sé que desde allí, seguís observando lo que hacemos, cómo lo hacemos y lo mucho que nos equivocamos.

Cuando quieras, puedes devolverme las alas, aunque no tengas prisa, todavía no las necesito y deseo que falte mucho para que deba utilizarlas. Cuídanos. Un beso.

 

 

Más en aroma de letras

1 Comment

Add yours

Responder a microletrasfranCancelar respuesta

Facebook
Twitter
LinkedIn

Descubre más desde Masticadores

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo