Oto es un buscador de palíndromos. Siempre va con un espejo en el bolsillo.
Y no es para menos, es mirar uno de ellos y se ven con otra cara. Roma es amor. Abril es libra. Arroz es zorra. Rara es arar. Es una simple cuestión física, el mundo de los reflejos con doble sentido.
Está aburrido de los palíndromos “Narcisos” porque los mires como los mires siempre son lo mismo: Ojo, salas, reconocer, oro, ala ¡Él mismo sin ir más lejos!
Por lo que su gran búsqueda, y la más difícil, se centra en encontrar frases palíndromas. Cadenas perfectas, tanto de arriba abajo como de abajo arriba.
Somos o no somos, Isaac no ronca así, Sé verlas al revés, Amó la paloma, Luz azul, Yo hago yoga hoy, Sometamos o matemos, Yo dono rosas, oro no doy …
Cuando encuentra una la rodea con su rotulador rojo saca su espejo para comprobarlo, y avisa del descubrimiento, al amable ciudadano que esté a su lado sea en la parada del autobús, esperando en el centro médico o en la lavandería del barrio. El quiosquero en cuanto le ve se esconde y aunque Otro ya se ha dado cuenta no se lo toma a mal. La panadera hace lo mismo y su padre y su hermano. No le pueden entender son todos personas cuyos nombres no tienen otro reflejo en un espejo.
Ajá acaba de encontrar una:
– ¡Eva usaba rímel!
No ha podido evitarlo y lo ha dicho en alto. La chica que está a su lado lo ha escuchado y le responde:
-“Le miraba suave” muy bueno. En Rayuela también hay otro muy original: “Salta Lenin el Atlas” ¿Lo conoces?
Oto sufre en un segundo una revelación. Además ella le dice su nombre, y ve el número de turno que tiene, 343, sabe que con total seguridad que esa mujer es el amor de su vida.
No hay duda, además ya tiene en mente el regalo más indicado para su primer aniversario una esclava con la frase: Ana lleva al oso la avellana.

Anabel 10Mayo22. 30Jan2023.
+ There are no comments
Add yours