jueves, abril 25 2024

QUE ME DEJEN EN PAZ by Keren Turmo

Cada vez que la veía verter sus penas en café y pasar las noches en vela, un nudo se antojaba en el estómago, haciendo de mi preocupación acrecentarse por culpa de no tener amigos: Era un hecho. Pero sabía que eso le preocupaba más si cabe. Así que no podía admitir que su cruz era no tener amigos, en cambio, la familia si podía estar ahí por ella. La amarían incondicionalmente pese a que veía que ella tenía reticencias a la hora de dejar entrar al seno por amor y más por un pacto de lealtad.

—¿Por qué tenemos que ir a estas fiestas llenas de formalismos en los que nadie se conoce realmente y tenemos que poner buena cara? – se quejaba siempre

—Es tu familia, Ariadna. ¿Vas a dar la espalda a los que aman?

—Una visita al año y ya tengo que amarlos.

Mi rostro se hundía en la desesperación, ya no sabía que hacer con la insolencia de mi hija. A veces puede ser un tanto hiriente. Lo que los libros le han dotado de inteligencia la han dejado desprovista de amor verdadero. Ya lo pasé bastante mal, cuando por elección, se divorció con ese hombre que tenía por marido. Para ser justos, no me caía bien. Se tomaba ciertas libertades que no me complacían ni a mí, ni a mi hijo menor. Pero todos aguantamos el chaparrón cosa que ella no recuerda. Ella, Ariadna, nunca fue tan antisistema como lo es ahora. Fue la relación de la que poco sabemos la familia. Solo que se lo hizo pasar muy mal y poco más.

He querido dejarla a su aire, no obligarla a hace algo que no quiere, pero cuando me doy la vuelta, se deja de asear, no se cuida el cabello o fuma por doquier en los aposentos. Entiendo que ya es mayor pero al menos podría cuidarse para no tener que hacerlo yo por ella.

—¿Cómo puedes ir así a la calle?

—No veo cual es el problema—suspira y se mete en su cuarto con una taza de café humeante que avisa que otra vez la misma cantina volverá a ser sentencia de un ataque al corazón.

Obviamente es sarcasmo. Pero nadie podría negar que entre ella que no le gusta relacionarse con nadie, y su hermano menor Jan que ha adquirido la mala manía de mantener relaciones casuales con cualquier dama que no sea de nuestro rango. Me avergüenza. Es posible que no lo haya hecho del todo bien con cada uno de mis hijos, en cambio, nunca faltó el plato de comida cuando el rey falleció. Un hombre al que amé hasta que el amor se acabó llevándoselo una enfermedad extraña. A veces pienso que podría haber hecho más por él, pero así es como yo veo las cosas, si cada uno es capaz de tomar sus propias opiniones unos quieren instruirse y conocer la vida intelectual o si otros prefieren el libertinaje, al menos, que me dejen tranquila. Por que estoy hastiada de escuchar cuantas quejas, desmerecimientos y desdén hacia los consejos que les transmito. En su día me pregunté «¿A caso no soy una buena madre?» y acto seguido les colmaba de regalos y atención, pero ya son los suficientemente independientes como para que cada uno tome su camino y dejen la teta del seno. Niños mimados, en parte por haber tenido comida, ropa y haber sido libres de obligaciones a temprana edad.

Les veo cómo sufren por el dinero, como corren en busca del trabajo, en eso no me puedo quejar como madre. Se esfuerzan, pero, diantres, porque la vida ha querido martirizarme con sus quejas, que aporrean mis tímpanos…

He tomado una decisión.

—O cada uno pone su parte en el orden y armonía de la casa además de la parte económica o ahí esta puesto el destino: en las manos de Dios.

4Comments

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  1. 2
    JascNet

    Hola, Keren.
    Un relato muy real y con una reflexión final interesante.
    La relación entre padres e hijos siempre será complicada y hasta tormentosa. Sin embargo, siempre está regida por el amor; aunque muchas veces, la incomprensión es un grandísimo problema.
    El tema está en intentar dar todo lo mejor y sembrar en ellos las mejores virtudes; pero luego, dejar que vuelen libres y sepan o quieran usar todo ello en sus vidas. Aunque duela no verlos vivir a «nuestra manera». En definitiva, ellos mismos han de labrarse el camino.
    Felicidades. Abrazooo

    • 3
      El Rincón de Keren

      Ese es el Santo grial de la educación, lo voy descubriendo cómo hija. Igual es la parte de los padres, esa parte tan difícil de comprender tanto para hijos cómo personas ajenas. Desde afuera siendo hija, lo veo todo más fácil de obrar. Pero ahora, con más perspectiva y edad, puedo pisar con los zapatos de mis progenitores, o al menos, empatizar. Lo que está claro, es que puede que las motivaciones por ambas partes , no sean ni tengan que ser las mismas, en cambio, se puede seguir amando. En esa diferencia de amor de hijo y amor de padres.

    • 4
      historiasconk

      Hola, Jose!!! Soy Keren , mira, cada vez con más edad voy viendo el papel de los padres y por que no, con más perspectiva. Lo que está claro que ser padres no es tarea fácil ni para los que crian ni para los criados. Y es en esta vorágine en la que no tiene que ser ni una cosa ni otra, sino siendo en cada etapa adaptarse el uno al otro, de la mejor de las maneras posibles, aunque se tengan maneras, ideas, formas de proceder distintas. Y ES CURIOSO, que para la mujer, no sé para el hombre, el hecho de una niña sea correcta es requisito imprescindible por las vivencias de cada padre o madre. A veces creo que no cambian las políticas sino que cambian los valores. Y QUÉ HACEN LOS QUE NOS CUIDAN SI TENEMOS LOS VALORES PERO NO LOS MEDIOS PARA QUE PODAMOS OBRAN EN BASE EN LO QUE NOS ENSEÑAN O PODRÍAN ENSEÑARNOS… Es una pregunta que dejo en el aire. Quizás desde ‘El rincón de Keren’ puedas comprender con la reflexión, a lo que me refiero. resumo, que los hijos nacen en libertad pero quizás para que seamos libres hace falta un cambio.( Con TODO, lo que conlleva ser libre de verdad) Me ALEGRA MIL, que te haya gustado. Gracias siempre por tu punto vista desde el cual, aprendo todos los días.

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