PLUMA MÁGICA by Carlos Cubeiro

      Cuentan que cuando cuando las aves tal como las conocemos ahora llenaron los cielos con sus brillantes colores, acaeció un suceso incomprensible que cambió la forma de ser, de comportarse de las nubes, los vientos y el mar por siempre. Sucedió así:  

El cielo se había oscurecido, lleno de gruesas nubes de tormenta. El viento comenzaba a ser intenso. Las aves regresaban a sus nidos. El oleaje marino alcanzaba una altura considerable, no había luz alguna, ni siquiera la luna de plata miraba.
Una de aquellas aves, un Cormorán negro regresaba para alimentar a su prole. El viento se hacia huracanado y ahora…llovía con gran fuerza. El  ave  volaba a gran velocidad con un gran pez atrapado en su pico. Aún acostumbrada a la difícil vida marina, a la madre de los polluelos le costaba mucho alcanzar el acantilado   donde se hallaba el nido. Volaba más bajo que de costumbre y empapada por la intensa lluvia. Pensaba ella en sus pequeños que si no salía de aquella situación quedarían indefensos sin su madre. De manera sorpresiva una de aquellas olas la alcanzó y debido al agotamiento no pudo reaccionar a tiempo y el mar la engulló para siempre en sus profundidades. Tras hacerse la calma, al amanecer a la hembra de Cormorán se la pudo localizar sin vida en una playa cercana cubierta de arena mojada y sin plumaje alguno, una visión ciertamente desoladora y amarga.
Dicen que a partir de ese día  el viento, las nubes y el mismo mar, sintiéndose culpables de aquel desgraciado suceso, hacen de mensajeros de cuantas palabras escritas que transmitan emociones, sean las que sean. Cada pluma de brillantes tonos negros se halla ahora entre luceros... lugar donde viven las musas, donde se esconde la fantasía, la imaginación y   las múltiples sensaciones y vivencias   de quién escribe, de quien las siente.

Cuando la tinta de la pluma gotea sobre el papel formando así cada autógrafo, el alma de la bella Cormorán convierte aquel momento en minúsculas partículas  formadas por todas las palabras en verso o en prosa que se alzan al cielo y el viento se las lleva a cada rincón donde haya corazones indefensos, los que precisen del sentir de las plumas, guiadas por el alma limpia y pura de la madre que dejó a sus crías indefensas sin poder evitarlo. Se mezclan con el humo leñoso de las chimeneas para envolverlos en poesía..,
  Plumas, ahora que no estáis conmigo,
   haced que las almas temblorosas,
   los corazones hundidos y quebrados,
   sientan que están arropados.
   Mis plumas y mi sangre volarán con la
   ayuda del mar, las nubes y el viento,
   y hallarán a quién lo precise
   para sanarles el alma allá donde se
   encuentren y hasta el fin de los tiempos.
   Si cierran los párpados percibirán mi
   espíritu.
       Cada persona que escribe en prosa o en verso lleva en sí mismo, aún sin saber- lo, una pluma del Cormorán que le ayudará en su bien hacer y a divulgar su obra. Viajando en el oleaje, en las nubes con el viento…