“Te siento en cada albor y si los amaneceres ni se equivocan, un día nos tuvimos el uno al otro, cómo dos que se amaron; sintiendo que nada más era posible en la vida del otro más nos perdimos en lares del amor no correspondido por estar jugando al “NO SIENTO NADA” y es que, hay más vida en una negación callada, que en la verdad que transmite una voz al otro lado del mundo. Lo siento. Por no haber sido tu anochecer y que por decisión propia te marcharas.
A veces los astros delimitan las emociones, para alargar el brazo y hacer una llamada que nos instan a en querer saber más del otro. Hubo un día que pensabas de mí todos los días. ¿Qué pasó?
Otras el recorrer de una maleta que nunca se hizo para allegarnos en la tentativa de descubrirnos, nunca fue. ¿Qué hubiera sido si nos hubiéramos dado la oportunidad?
Hay vida en esta elección que deja un amargo sabor… Desecho la idea del amor, porque un abrazo rompe la amistad que un día nos dimos. «No me dejes ir…»
Siento cada palabra clavada en el sinfín de momentos que nunca se dieron por falta de coraje, de espera y paciencia. Es eso… un fogonazo de ilusión, prisa a la imaginación, una sonrisa y una carcajada, dos que se llaman y que el viento se lleve tu recuerdo… No hay nada nuevo más allá del tiempo que las lágrimas y el desconsuelo, que me hacen preguntarme «¿Por qué?»
En algún lugar del tiempo fuimos uno, el principio de un cuento que no tuvo historia sino soledad, en el resquicio donde, cuando, cuanto, en el desván de mi alma, se suceden mil finales abiertos en los que refugiarme, siendo tu amor mi cobijo… «¿Me has olvidado?»”.
***
Marta descuelga el teléfono, pero al otro lado el hilo de voz quebrada. Anuncia el punto de partida al desquebraje. El corazón es un motor, pero… ¿Puede soportar tantos dolores al mismo tiempo? El desamor, es un reír por no llorar, perder la razón, ese desconfiable en la esperanza de un nuevo amanecer, querer sentirse la cara, por elecciones que intentas para ser valiente. Un corazón que ha sido desvalijado muere a la intemperie por el paso de los años, nunca será el jolgorio de otro, nunca será la dicha del que con ojos jubilosos no puede esconder un «Te quiero» anuncia el miedo prisionero en cada sentir.
En los paseos Nadia se ha dado cuenta que no aguanta ningún ocaso sin pensar en divertirse huyendo a toda prisa de los «me gustas» una letra frota el papel, una canción raya al amanecer con el sentir que no está en el lugar que le pertenece, sino que tendría que vivir en otra época, donde las personas no huyan de los verdaderos sentimientos.
E aquí la razón de su elección en perderse sin preguntarse si debería echarse en los brazos de otro amor devuelta. En ocasiones, hay elecciones en las que solo triunfa la soledad.
En algún lugar del tiempo fuimos uno, el principio de un cuento que no tuvo historia sino soledad, en el resquicio donde, cuando, cuanto, en el desván de mi alma, se suceden mil finales abiertos en los que refugiarme, siendo tu amor mi cobijo… «¿Me has olvidado?»”.
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Marta descuelga el teléfono, pero al otro lado el hilo de voz quebrada. Anuncia el punto de partida al desquebraje. El corazón es un motor, pero… ¿Puede soportar tantos dolores al mismo tiempo? El desamor, es un reír por no llorar, perder la razón, ese desconfiable en la esperanza de un nuevo amanecer, querer sentirse la cara, por elecciones que intentas para ser valiente. Un corazón que ha sido desvalijado muere a la intemperie por el paso de los años, nunca será el jolgorio de otro, nunca será la dicha del que con ojos jubilosos no puede esconder un «Te quiero» anuncia el miedo prisionero en cada sentir.
En los paseos Nadia se ha dado cuenta que no aguanta ningún ocaso sin pensar en divertirse huyendo a toda prisa de los «me gustas» una letra frota el papel, una canción raya al amanecer con el sentir que no está en el lugar que le pertenece, sino que tendría que vivir en otra época, donde las personas no huyan de los verdaderos sentimientos.
E aquí la razón de su elección en perderse sin preguntarse si debería echarse en los brazos de otro amor devuelta. En ocasiones, hay elecciones en las que solo triunfa la soledad.
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