Poema incluido en el libro "Campo de Batalla"
El sueño recoge mi agotado cuerpo mi caída a los infiernos mi regreso. Estoy cansado de tanto esperar. Mi vigilia es inquieta, inacabable la lucha incesante los cuerpos caen malheridos por doquier agonizan mutilados inertes en su desamparo y la sangre corre maldita como ríos desbordados inundando los campos de mi desconcierto. Estoy aquí contigo contemplando los cadáveres como lirios derrumbados pero no hay tiempo la batalla continúa la contienda es eterna. El infierno me espera más allá es hondo, austero, negro. Me espera con sus fauces abiertas y su grito desgarrador pero aún no te reconozco no me reconozco todavía siento el dolor la náusea la hiel de la derrota. Estoy cansado duermo con los ojos siempre abiertos vigilo en mi sueño. El enemigo se acerca sigiloso, despierto recojo mi lanza y la arrojo con brío al vacío de la incertidumbre la ignorancia de ser yo sin reconocerme el miedo a verme en ti cuando me siento en mí. Mi cobardía por no lanzarme al infierno de lo desconocido al misterioso vacío que grita mi nombre que describe mi zozobra.
El temor a mirarme y no ser yo la posibilidad de verme en mí una vez más y no reconocerme. El rasgo conmovedor de verme en ti y ser yo para mí siempre.
