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SÍMBOLO Y REALIDAD by Buenaventura J. Díez Almez

Imagen facilitada por el autor

Si al nombrar no poseo, ¿qué poseo de aquello a lo que nombro?

Si creo porque nombro, si nombro para crear,

¿conocen los otros las cosas que nombro, van a ellas por creadas?

Pido nombrar con palabra exacta, pido saber la palabra

que al nombrarla sea la cosa.

Viene a mi conciencia, desde su órbita y de su ámbito,

con su empuje y el camino hacia mañana,

viene la cosa y yo la nombro, y, amándola como un niño,

¿la voy odiando sin saberlo al no ser mía?

Con túnica o desnuda toda, ¿olvido la palabra que al decirla

no es la cosa misma? Pido creer en la palabra,

en su inocencia antigua, pura, primera, tuya y mía

la palabra, reina, fastuosa de tesoros, amparo sin espinas.

¡Oh qué poco pesa la cosa en su palabra!

¡Cuánto la palabra servida sin la cosa!

La tuya, la mía, la suya, la del niño que muere

sin la palabra por no saber de la cosa.

La suya, la tuya, la mía. Pido que mi palabra

sea la cosa misma, nombrada y creada, creada y nombrada,

por mí, por ti, por todos; pido que por mí vayan a ella, contentos,

todos los que la aman, avergonzados los que la olvidan,

felices a la cosa todos los necesitados.

            Buenaventura-José Diez Aláez

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