Anoche soñé que te escribía una carta en la que te contaba todo, lo que sabes y lo que creo que, aunque no ignoras, no has reparado en ello o prefieres pasar por alto.—¿para no sonrojarte, acaso?— Lo hacía con pluma estilográfica, algo que no he hecho nunca, obligándome así a escribir despacio, meditando cada palabra antes de plasmarla en el papel para que fuera la mejor entre las posibles, la que exactamente diga lo que ha de decir sin sembrar dudas... creo que eran las últimas que quería dedicarte aun sabiendo que ni tienes derecho a ellas ni siquiera las mereces pero ahí estaba, manejando la pluma con cuidado, para que no soltase un borrón… ya ves, lo mismo que hice día a día mientras te cuidé -puede que por error- y si hubo una mancha, por ejemplo en tu ropa interior, no fue de mis dedos sino de los tuyos, que no estaban limpios cuando te quitaste la camiseta.