
#Microrrelatos: Pasión
By Mar Bayona Sigue remoloneando entre las sábanas, la pereza post-sexo pasional es terrible. Mientras oye de fondo el agua de la ducha, ella continúa
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By Mar Bayona Sigue remoloneando entre las sábanas, la pereza post-sexo pasional es terrible. Mientras oye de fondo el agua de la ducha, ella continúa
By Ana Laura Piera (link Blog) «Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos, masticados y digeridos» leyó en aquel libro que recopilara citas famosas sobre
By Mercedes Freedman Aún antes del amanecer resalta la palidez de los aglomerados diariamente frente al mercado. Nos asustan sus fantasmales ojos clavados en las
By Mar Bayona Pido que me llegue una señal para saber que estoy haciendo lo correcto, que la única decisión que tomaré será la acertada.
By Neus Bonet Sala Solo se oían risas al otro lado de las cortinas. Bombos y platillos iban al compás de las carcajadas, hasta que
By Neus Bonet i Sala Marc vivía solo en un piso de Manhattan. Cada mañana se levantaba con sus enseres cambiados de sitio o escondidos
By Neus Bonet Me siento en el sofá con mi taza de café humeante para ver las noticias. El televisor no se enciende. Lo pruebo
Tras largo tiempo sin verse, Tomas y Sergio se cruzan en la calle y se saludan. Tomás es un empresario bien vestido; Sergio un
By Margarita del Brezo Como en todas las historias tristes que se precian, la lluvia arrecia en el momento de darle sepultura y el pequeño
Siento que te rompes en mil pedazos y solo puedo acompañar con lágrimas tanto dolor. No sé qué hacer, cómo reconstruirte porque no está en
By Neus Bonet i Sala El alpinista lo había perdido todo. Su compañero cayó al vacío en una grieta de hielo hacía poco más de
Se incorpora a Masticadores.com como colaboradora habitual Margarita del Brezo ¡Bienvenida Margarita! —j re crivello (Link al blog) En el Colegio de Abogados montamos un
By Neus Bonet i Sala El retrato de la duquesa colgaba del salón de la casa familiar. Se contaban varias leyendas sobre ella, pasadas de
Casamiento Con la íntima convicción de honrar la institución del matrimonio se casó siete veces. Alejándose del voto de castidad, cada divorcio lo acercó a
By Neus Bonet i Sala Unos ojos brillantes tras el visillo de la ventana no paran de escudriñar arriba y abajo la plaza del pueblo.
El cenicero estaba lleno a rebosar de colillas. Faltaban menos de dos horas para el desembarco en las playas. Garbo había jugado todas sus cartas
Tanto mar, por tantos días. Vagamente recordaban sus casas, para unos el verdor de los bosques, para otros el plateado desierto. Todo sea por una
La cuenta atrás ha empezado. 9, 8,7… ¡Tengo un nudo en el estómago!. Gotas de sudor frío corren por mi frente. 6,5… Siento como mis
Elsa estaba rehaciendo su vida tras una relación que le había roto por completo su autoestima. Hacía tiempo que quería hacer un viaje ella sola
Los bares me llevan a ti. Los bares de plástico. Esos con baldosas de barro brillante y eco en las paredes que devuelven las voces
Negra noche de verano en las afueras del pueblo. Una tormenta eléctrica se acercaba vertiginosamente. En la gran mansión se oía el rumor violento del
Teodoro el Cagancho siempre va haciendo eses, no le importa hacer el camino más largo mientras gasta los mililitros de alcohol por gota que le
La mirada de Greta, de tan serena, yo diría que reposa más que se posa en cada portal y en cada hueco de ser vivo
Relato incluido en “Relatos de una adoratriz” Verano… un nuevo verano y como siempre, aquí, en la toalla. El césped verde rodeándonos y el
Llegó a nuestras vidas como un regalo de navidad y aburrida de posar ante miradas indiscretas en su anterior trabajo. Mi hermano y yo, nunca
—Se le acusa de actos preparatorios de asesinato —le dijeron al apresarla. A Severina la detuvieron en Lucena. Dos policías la esperaban a la salida
Imagen facilitada por el autor Cierta mañana en que el espectro de Descartes se levantó especialmente carnal dijo muy digno aquello de: ―“Pienso luego existo.”
Esperé tu llamada a media tarde, como siempre, a la misma hora. Anocheció y no sonó el teléfono. De repente, sentí un gran pinchazo en
Huye de su sombra, tan solo Asilo Oscuro lo auxilia. Escudriñó su imagen en el espejo: con horror contempló sus ojeras y una boca ensangrentada
El hombre mucho mayor que ella le cogió la cara con las manos. Sentados muy juntos en uno de los bancos, él le hacía carantoñas
Se descolgó de la lámpara de cristal que pendía del techo de doña Pilar y se dejó caer sobre la colcha. Salomón aprovechaba su ausencia
La angustia se le aferraba al pecho cuando despertaba, a los pocos segundos una chispa le devolvía la lucidez y el alivio al recordar la