La defensa De niño leía cómics; todavía se muestran en su biblioteca –las páginas desgastadas y aún con migas de interminables meriendas–. Fueron el fundamento,
«¡Ayuda, ayuda!», gritaban desde la segunda planta de la casucha que ardía. Las llamas subían por la escalera con la voracidad del hambriento. Los hermanos
La Cirujana1.Era una noche espantosa; no había parado de llover en varios días y lascarreteras estaban intransitables. Una cortina de agua hacía muy difícil lavisibilidad
Nos gustaba jugar e imaginarnos que dormíamos en una tienda de campaña. Nuestros padres, siempre ocupados, nunca nos llevaban al campo. Atábamos las esquinas de
Nos visita Verónica, una refrescante escritora argentina que se brinda muy poco, y ante nuestra insistencia la podemos presentar en Masticadores. – j re crivello
Me hice un hueco en el abarrotado coche, mientras sentía el traqueteo neumático de los bogies. En Père-Lachaise apenas bajamos cuatro gatos. Recorrí distraída el