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El amor— By Aldana Muñoz

Solo cuando dejemos de creer en el amor, nos vamos a poder enamorar. Dejar de creer en el amor con MAYÚSCULAS, en el amor único, pleno, normativo, omnipotente. En el monoteísmo del amor. Dejar de asociar el amor con la creencia, con la religión, con la trascendencia. «DEJAR DE».
El amor como movimiento de salida, de escape, de desarme de uno mismo.
En el amor siempre se sale pero nunca se llega. Se sale pero no hay un afuera. No hay un amor mejor. Todo ideal del amor sigue siendo una forma de ensimismamiento. Por eso salir o que nos saquen. El amor es una incertidumbre, un riesgo, una osadía. Pero también es contingencia, vértigo, inseguridad.
No sabemos lo que hay pero sabemos que queremos irnos de aquí.
Dejar de creer en el amor para que acontezca el flechazo. Desnudarse para que nuestros cuerpos refuljan y se vuelvan vulnerables. El flechazo desarma el ideal romántico del amor: porque es incalculable, impredecible, inconveniente, injusto pero sobre todo porque no depende de nosotros. Nadie se enamora porque quiere.
Pobre amor el que es efecto de una voluntad, de un entendimiento, de una opción, de un interés… y pobre amor el que es un resultado de una coacción, de un imperativo, de un mandato.
Para ser feliz hay que enamorarse. «HAY QUE». Donde termina el deber, comienza el amor; donde hace ruido la ley, aturde el amor.
El flechazo desarma la soberbia del sujeto. Nadie se enamora del resultado de un cálculo. Probablemente la persona más conveniente para enamorarse no sea objeto de nuestro deseo.

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3 Comments

  • ❣️

  • Excelente 👏🏻…me encantó!

  • Se celebra el amor que llega y nos despabila del letargo y hace de esta vida un mundo habitable.

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