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Tres verdades sobre la visibilidad del escritor by Javier Pellicer

0df2c563b790d0b628750ee63e554a5f Se publica conjuntamente con MasticadoresUSA Solemos pensar en los escritores como personajes que trabajan ocultos en la sombra, preocupados solo de crear historias, incluso poco sociables. Y es cierto que el grueso de la tarea del autor surge en la soledad de su despacho, pero no por ello tiene que ser una criatura aislada del mundo. De hecho, no debe serlo, si pretende comercializar sus obras. De la visibilidad del escritor vamos a hablar en este artículo invitado, creado expresamente para esta web por los responsables de Sinjania.com, blog hermano dedicado a facilitar cursos y recursos a escritores. --- Tres verdades sobre la visibilidad del escritor Primera verdad: los escritores no se ocupan de su visibilidad Es cierto que el de escritura es un proceso solitario. El escritor se recluye, a solas consigo mismo, y gesta una obra literaria. Cuando la tiene completa entre sus manos, ya editada, con un suspiro se acuerda de la verdad: ahora toca promocionarla para que los lectores la conozcan. Este suele ser el mejor de los escenarios, porque muchas veces el escritor, con su obra ya publicada, simplemente se limita a esperar a que los lectores lleguen por sí solos a conocer su novela. Como esto no suele suceder, el escritor acaba por sentirse frustrado y desanimado y siente que todo su esfuerzo que volcó en su novela ha servido para poco. Sea que el escritor decida emprender la tarea de promoción con su novela ya publicada, bien sea que tarde un tiempo en comprender la necesidad de darla a conocer entre sus potenciales lectores, el resultado es el mismo: el escritor se lanza a realizar una serie de acciones descoordinadas de marketing que rara vez pueden dar buen resultado. Sin tiempo, sin estrategia y sin recursos, todo lo que se le ocurre hacer es abrir algunos perfiles en redes sociales y espamear con mensajes del tipo “Compra mi libro”. Cómo técnica de marketing, esa táctica es muy mala, pero es que además el escritor se está olvidando de una cosa fundamental: las personas a las que lanza su desesperado mensaje de venta no le conocen. Y resulta muy difícil que compremos a un desconocido. El escritor tendría muchas posibilidades más de vender su nueva novela si sus lectores potenciales le conocieran. Si supieran quién es, qué hace, si tuvieran una relación cercana, de confianza. Pero esa relación solo se consigue cuando el escritor se ha ocupado de darse a conocer. Es decir, de trabajar su visibilidad. En tiempo de descuento, con el libro ya a la venta y esperando ansioso conseguir lectores, el escritor descubre la amarga verdad: es invisible para sus lectores. Aun peor: conseguir visibilidad no es algo que se logre de un día para el siguiente. Y esa es la segunda gran verdad sobre la visibilidad. Segunda verdad: la visibilidad tarda tiempo en construirse Así es. Conseguir visibilidad es algo que exige tiempo. Tiempo para diseñar y desarrollar una estrategia que debe estar bien coordinada y que incluye tanto acciones online como offline. Y que, dentro de lo online, incluye un blog, presencia en redes sociales, campañas de publicidad, conseguir contactos y colaboraciones estratégicas y un largo etcétera. Todo esto implica tiempo, esfuerzo y perseverancia. No conviene hacerlo con prisas ni a última hora porque, sencillamente, no dará resultado. Lo ideal sería que, en el mismo momento en que el escritor empieza a escribir su obra, empiece al mismo tiempo a ocuparse de su visibilidad. Que cree un blog, que cree sus perfiles en redes sociales, que contacte con blogs literarios, que colabore y ayude. Así creará a su alrededor una comunidad de amigos, de gente para la que será familiar. Es una relación desinteresada, porque el escritor no tiene intenciones comerciales. Pero el día en que finalice su novela y la ponga a la venta, tendrá la confianza de miles de personas a las que ha ayudado, entretenido y enseñado. Y esas personas estarán dispuestas a escuchar su mensaje de venta, a comprar su libro y a ayudarle a darle la máxima difusión. Pero, insistimos, esto no se logra de un día para otro. Tercera verdad: los escritores no saben ante quién deben hacerse visibles Imaginemos a un autor comprometido con su visibilidad que decide ponerse en serio a trabajar en ella. Comienza por abrir un blog, un buen primer paso que muchos escritores todavía no se deciden a dar. Sorprende el enorme número de escritores que todavía no comprenden la potente e imprescindible herramienta que es un blog. Un blog es hoy día el eje de toda visibilidad y debería actuar como el epicentro de cualquier campaña de promoción o marketing. Bien, nuestro escritor ha decidido abrir un blog. Está ilusionado y empieza a escribir entradas en él. Se deja llevar por el entusiasmo y escribe sobre aquello que le interesa a él (por lo general, sobre escritura). Un grave error, porque sus lectores no están buscando consejos de escritura. Tampoco les interesa la política o la fiesta de cumpleaños del sobrino del escritor. Y esta es la tercera y última verdad sobre la visibilidad: los escritores no saben ante quién deben hacerse visibles. Al abrir un blog, todos los escritores deberían hacer un ejercicio previo de reflexión sobre a quién va a dirigir su blog.  El blog es, como hemos dicho, una herramienta tremendamente potente, siempre y cuando se enfoque y se use bien. Una vez más hace falta estrategia. Si nuestro autor escribe novela policíaca, debería hablar sobre novela policíaca. Si escribe literatura juvenil, debería estar enfocado a lectores jóvenes. Si escribe romántica, debería hablar sobre literatura romántica y estar dirigido a mujeres. Si nuestro autor escribe novela romántica, deberá enfocarse en ese género porque es la única manera de atraerse al público lector que más tarde podrá estar interesado en comprar su novela. Podría escribir reseñas de libros y películas del género. Entrevistar a autores reconocidos de novela romántica. Elaborar una lista de las cincuenta mejores novelas románticas de todos los tiempos o las cien mejores películas románticas de la historia del cine. Incluso escribir algún post sobre sitios ideales para hacer escapadas románticas. Las posibilidades son enormes, solo se trata de pensar quién es su lector ideal. ¿Qué intereses tiene, qué le gusta, a qué dedica su tiempo libre? Dando respuesta a esas preguntas el escritor podrá enfocar su blog a los temas favoritos de sus lectores. Y hablando de lo que les interesa, conseguirá que lleguen a él y que se interesen por lo que hace. Resumiendo. Estas son las tres verdades sobre la visibilidad del escritor: Los escritores no se ocupan de su visibilidad. La visibilidad tarda tiempo en construirse. Los escritores no saben ante quién deben hacerse visibles. Sin embargo, invertir esta realidad es relativamente sencillo para cualquiera de ellos. Se trata de diseñar una estrategia e invertir algo de tiempo todos los días en ponerla en práctica. Con esfuerzo y un poco de perseverancia, los resultados pronto serán palpables.  Y cuando llegue el momento de promocionar su nueva novela, tendrá un público amplio de lectores potenciales dispuestos a comprarla y leerla. Sin atracones de última hora, sin campañas de promoción impremeditadas y descoordinadas que no dan fruto y, sobre todo, sin sentir que lo que ha escrito no le importa a nadie.  

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