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Juego Pecaminoso by Keren Turmo

Le he declarado tantas veces la guerra a mi cerebro que ya no sé por cuanto cuento.

Se dice que solo se vive una vez y esta cuenta como la reverberación de lo que un día fue. Si acaso no recuerdo la vez en la que me decidí a decir algo.

Tras la marcha de mi madre al trabajo, tocaba ir al colegio, más tarde al instituto hasta que por cosas del destino, dije que ya no quería ir más.

Las vueltas que da la vida no te dicen que encontrarás a alguien igual por el camino. ¿Quién?

Mi padrastro tenía la extraña manía de exigirme más y más, para castigarme siempre había un motivo, una excusa y algo que decir. Intencionadamente, yo ya vagaba por otros mundos, cuando de tanto exigir, me encerraba en mi cuarto y escuchaba música. Pero no fue hasta el divorcio de estos dos que yo me encerré en mi misma, bajo un caparazón que no sabía muy bien qué buscar, quedarse para sí, o simplemente sentir.

Entonces acudí a los versos que dicen así ¿Qué es poesía? … todos los conocen ¿no?

Entre la acusa jugosidad de buscar palabras en el diccionario, anotadas quedaban las sombras y los deleites de amores infructuosos que llegaban y se iban, adentrándome más y más, en el oscuro paraíso. Encontré unos mangos, y los hice míos. Descubrí un coco, y lo hice también a mi placer, casi rozarme ya era placentero para este cuerpo joven y vivo. Saciarse de vida con más vida, a solas, y dándose el gusto de conocerse. Pero acusa la vieja que anonadada sorprende la madriguera, porque le gusta tanto el pecado. Y pecado yo lo vi, el gozoso poder de tener una vagina y disfrutarla, saborearla cual artefacto acudía a mí, para usarlo, donde quiera que se pongan unos dedos traviesos dirán las viejas; viejas son, mi vieja sabe que son cosas de adolescentes, pero cuanto es mucho cuando al descubrirse en los brazos de un hombre, nada tiene sentido, sino que es tormentoso… se asoma la pregunta, pero azota la impaciencia, plañida de jugarretas en la vida.

Pues me visto de puta: hombres queriendo melocotones, y yo teniendo, exuberancia y color… pues me tomo la palabra y me sirvo ese néctar a tu piel para saberte desde este lado, porque aquí a mi lado te tengo cerca y porque, se siente más común a sabiendas que el dolor siempre llega por la mañana… otro juego sucio, y otro, otra estafa… pero porque lo juegas con el corazón, porque si no jugaras a ver quien lanza más dardos ahora estaría intacto y juegas y juegas, viajas y juegas… mundos de multicolor, olores o fragancias, se siente, se vibra y se degusta sin rechistar, hasta empachar.

El amor se viste de gala un día, y juega al amor de cine. Nadie te dice que esas ganas quedarán saciadas y que de apetencias pocas, hasta llegar a nada cuando lo impuesto sube y baja, se mece y hasta duele el alma…

En una vuelta de tuerca, sientes y vuelves a convencerte del placer a solas, lo vuelves a compartir y renace y te compartes. ¿Quién dijo amor cuando nos entendemos tan bien en la cama? Quieres jugar a marido y mujer y lo niego, pero esta telaraña ya me ha enrollado. Una y otra vez niego. Hasta que te casaste, y la cagaste. O Bueno, lo que parecía una mala noticia pareciera la excusa perfecta para acogernos en los buenos y malos momentos, para disfrutarnos cual demonios, venga el pecado a la carne y vividos, ahora sí, nos damos eso sin miedos.

Claro que si me lo niegas o te lo niego, se convierte en un acto del que tiene que contar las cuentas de del rosario. Libranos de todo mal, porque si volvemos a caer volverá la rueda de reproches y la infinita desesperación a no entenderse… si la risa era nuestro fuerte... ¿Qué nos ocurrió?; si los paseos y las escapadas furtivas en la que nos comíamos allá a donde íbamos eran nuestro juego preferido… ¿Qué ha cambiado? Se bien que me la has jugado, DIJE ¡BASTA! Tu insistente idea de jugar con el corazón te ha dejado derrotada y bien…

NO SIEMPRE SE GANA…

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