
Una versión de mí
-¿Me dejarás llevar el timón en la cama?.
Se me ocurrió empezar por ahí. No sé porqué tengo estas ganas locas de sentarme entre tus piernas, sentir tu piel desnuda, acariciarte el rostro y jugar con tu cabello alborotado.
-¿Quieres leerme?.
Yo prefiero que me digas que quieres poseerme, hacerme tuya; mi mente esta algo ida, mejor dicho, estoy anonadada. Eres la causa de mi distracción, tu imagen es mi seducción, incentivas mis deseos más íntimos penetrando mi interior con tu palabra.
– ¿Qué será de mí cuando te tenga en la cama?.
Sí, me imagino sentada frente a tí, con tus ojos sobre mis ojos, tu batir de viento, el mar de tus suspiros y mi tibio aliento sobre tu espalda.