miércoles, diciembre 6 2023

NO SE PUEDE MATAR AL DIABLO by Marcelo Oscar Barrientos Tettamanti

Imagen facilitada por el autor

La noche había sido demasiado larga para Ricardo.

Sus amigos le habían dejado fuera del grupo y del reparto del dinero del último robo.

No le quedaba dinero ni droga. Temblaba y sus nervios se tensaban como cuerdas de un violín.

En un rincón oscuro apuraba su último cigarrillo, y una lata de cerveza barata.

Escruto el parque con la mirada de un depredador. Descubrió a un anciano que caminaba errático por la vereda del parque. -Llegó la cena- se dijo a sí mismo.

Se acerco por detrás del anciano, y le adelanto para pararlo en seco con la excusa de preguntarle la hora.

El reloj del anciano brillaba cuando le dijo:

– 22:44.

– ¡ Dame todo el dinero !

– ¿Vas a robarme chaval?

– Dámelo. – Le dijo esta vez mostrando su cuchillo.

– No se puede matar al diablo .

– ¿ah no?

Ricardo se hartó y empezó a apuñalar al viejo,que no se defendió y cayó mal herido al costado del camino. Seis puñaladas mortales.

Miró a todas direcciones y registro al viejo que agonizaba, le quitó el reloj , la cartera y una tarjeta que no pudo leer y tiró con enorme desprecio. En ese momento el anciano le cogió por la muñeca derecha, y empezó a reír.

-Volveremos a vernos- le dijo entrecortado, y murió. Ricardo abandonó el parque con su botín, pero lleno de miedo.

No era normal lo que paso con aquel hombre, sus palabras. Viejo loco se repetía Ricardo a modo de nana para calmarse. Sus amigos no lo habían dejado fuera de su grupo porque sí, era más bien porque Ricardo era un imbécil.

Aquella noche dejó la escena del crimen llena de pistas que conducían a la policia hacía él. La más clara, sus huellas con sangre en aquella tarjeta.

Le arrestaron y acabó en el peor sitio de todos, donde van los sin recursos, los marginales más peligrosos.

No llevaba ni un mes allí cuando tres reclusos más fuertes que él le arrinconaron y sujetaron, le rompieron su ropa con claras intenciones de sodomizarlo. El mayor le metió un trapo en la boca, le giró la cabeza y le dijo:

– Te dije que nos volveríamos a ver.

M.O.B.T.

1 Comment

Add yours

Deja un comentario

Facebook
Twitter
LinkedIn
%d