By Francisco Bravo
(Escrito entre el 05 y el 09 de junio 2022, mientras escuchaba al Avishai Cohen Trio, Shifting Sands Session y luego a Zubin Mehta dirigir a Khatia Buniatishvili y a la Filarmónica de Israel interpretar a Schumann, Op. 54)
Pero ostras, Yoko, ¡Te lo has imaginado!
¡Increíble, y como habrás tenido que currártelo para dar con ese nombre, o sea, menuda faena la de “imaginarte” el titulo de la cosa esa que has hecho! Pero bueno, eres Yoko Ono, la gran artista conceptual del Siglo XX y también, por supuesto, también del S. XXI. También tienes toda esa pasta que heredaste para pagar esa quimera que tiene que haberte costado un pastón.
Pues os digo que la viuda de John Lennon ha vuelto a poner en la picota pública su nueva obra, cosa que ella titula “Imagine Peace” (Imagina la paz). Se trata de un letrero, o como se dice en los círculos intelectuales, una instalación artística, que se va a poner en grandes ciudades. Ya está puesta la de Times Square en Nueva York, también la de Picadilli Circus en Londres, la de Seul, como también ya ha puesto una en Berlín y bueno, dentro de poco veremos estos letreros por el mundo entero. Quizá pondrán uno muy pronto en la plaza del ayuntamiento de tu pueblo, o en la Calle Colón, o la Gran Vía o en Las Ramblas…
Este “Imagine Peace”, me imagino, viene de la canción “Imagine” que su difunto esposo lanzó en 1971. Aunque es una bella canción con un mensaje sutil y muy bien hecho para la época, para mí ya es una pieza cansada y aburrida. Todos la hemos oído ad nauseam, la hemos cantado, tarareado, silbado et cetera et cetera. Porque la pieza tiene tanta fama, Yoko Ono no sabe cuando dejar de sacarle zumo. Ni que la canción fuera un pomelo*. Así que concluyo que la viuda no ha tenido que pensar mucho en la creación de su instalación y simplemente ha vuelto a capitalizar de la fama del ex Beatle, asesinado en 1980.
Pero bueno, las cosas de Yoko Ono, queriendo decir su “arte”, para mí nunca ha tenido ni pies ni cabeza. Son cosas simplonas que aburren hasta a los peques. No creo que la viuda tenga muchos fans alrededor del mundo. Los que si le dan mucha importancia son los galeristas y los directores de museos que le están dando más fama de la que se merece.
Uno de ellos, Agustín Pérez Rubio, curador de su exposición “Dream Come True” (Sueño hecho realidad) en el museo Malba de Buenos Aires, llegó a decir de la pareja Lennon y Ono que ella era la artista, que era la mujer sofisticada y de buena cuna y que él un don nadie, casi lo describe como un paleto.
Pero vamos, si nos fijamos en su canal de YouTube veríamos que solo tiene 61 mil suscriptores, ¿No os parecen pocos para ser Yoko Ono? Por eso digo que la atención no se la está dando el público en general.
Estoy seguro…no, segurísimo…que si John Lennon no se hubiera casado con ella, aquel Marzo de 1969, hoy nadie supiera quién es Yoko Ono. Así que, según yo, ella le debe a John toda su fama. Nunca entendí que le vio John Lennon…artísticamente digo…para que la pusiera a grabar junto a el y para darle tanto crédito. En los discos Double Fantasy (1980) y Milk and Honey (1984), Lennon la pone como colaboradora y además los discos aparecen hechos por John Lennon y Yoko Ono, (John Lennon & Yoko Ono). Yo tengo ambos discos, pero os aseguro que las “canciones”, si así se les puede llamar, de Yoko me las salto siempre.
Y ¿Cuál es el legado artístico de Yoko Ono? Vale, os diré que nos ha dado “piezas conceptuales” como los “Wish Tree” (El árbol del deseo), que comenzó en 1981 y que los ha “instalado” en un montón de ciudades del mundo. Es un “instruction piece” (pieza con instrucciones) pues le indican al publico que aten al árbol una cinta donde hayan escrito un deseo.
¡Venga Yoko Ono, esta idea también bien que te la habras tenido que currar!
En 1964 hizo una performance que tituló “Cut Piece” (Pieza cortada), donde invitaba al publico a que cortaran, con unas tijeras, parte de su ropa, pero cuando uno se aproximó queriendo cortarle el sostenedor, ella se cubrió los pechos con las manos. No se comprometió con la performance, se rajó porque claro, era Yoko Ono.
Tambien el muy famoso “Bed-In” (En la cama) de 1969. Ella y John Lennon permanecieron en la cama de la habitación del hotel que escogieron para su luna de miel en Amsterdam del 25 al 31 de marzo, bajo letreros que decían “Hair Peace” (Pelo Paz) y “Bed Peace” (Cama Paz) y asi los dos pensaron en que el mundo iba a gozar de la muy ansiada paz.
Me parece que buscar paz en la cama de un hotel de cinco estrellas en la capital holandesa, mientras criados te traen comida, champan y frutas, me parece un truco vil y un cachondeo a los que si buscaban la paz en esos días.
Enfin, una chorrada todo pues Yoko es la reina de lo insustancial y la patrona de las tonterías que los galeristas y los directores de museos llaman arte conceptual. Esta ultima instalación nos la quiere meter y como ella sabe que hay muchos chalados por el mundo, nos la colará bien colada. Probablemente piense que las generaciones venideras dirán que la paz la logro con sus letreritos en los centros más grandes donde lo que se venera no es la paz, sino el dinero.
NOTA BENE
* Pomelo “Grapefruit” (1969): Un librito que escribió Yoko Ono con instrucciones para que los lectores no fuesen solo lectores pero participantes en los conceptos artísticos que ella revela y que así terminaran el librillo según les diera la gana. Es una guía para sus instalaciones que llama “Instruction Pieces” (Piezas con instrucciones a seguir). En una de ellas nos instruye a encender un fosforo y a mirarlo hasta que se consuma. En otra, que miremos al sol hasta que lo veamos cuadrado. Otra mas fue que saliéramos y pisásemos todos los charcos de la ciudad y también que fumáramos todo, incluyendo nuestros bellos púbicos. Esto, dijo ella, era para que la gente participara de sus ideas radicales. Yo diría tontorronas. En fin, para algunos ideas trascendentales y brillantes y sobre todo muy artísticas.
FIN
(Francisco Bravo Cabrera, Miami Beach, Florida, EEUU)
1 Comment
Add yours[…] Yoko, no pensé que te lo imaginaras… […]