LOS MIÉRCOLES DE MASTICADORES FEM
Sección: Escriben nuestras jóvenes
Miércoles 11 de enero. 2023
Comenzamos nuevo año y con el mismo retomamos, desde MasticadoresFEM, algunos de los artículos que nos han resultado más interesantes a lo largo de nuestro recorrido, bien por su contenido bien por quienes detentan la autoría de los mismos. Y en un momento en el que la presencia de las mujeres en la literatura se hace cada vez más patente volvemos una vez más nuestra mirada al pasado para recuperar -de la mano de una de nuestras más jóvenes colaboradoradoras- uno de sus primeros artículos en nuestro blog, el que le dedicó a Lubna de Córdoba, una de las pocas mujeres poetas de una época en la que también existieron y de la que sin embargo nos han llegado tan pocos nombres.
En primer lugar, le agradezco a Mercedes G. Rojo la amabilidad de contar conmigo para esta sección, y siempre mostrarse dispuesta a hablar de mujeres, literatura y progreso con letras mayúsculas.
Aunque bien es cierto que en la facultad muchos de los estudios que se realizan están muy constreñidos por temáticas específicas o autores concretos de un periodo histórico-literario, nunca te imaginas lo que vas a acabar descubriendo cuando realizas un análisis preliminar del contexto en el que se va desarrollar el trabajo. Esto mismo me sucedió cuando investigaba sobre la poesía árabe en los reinos de taifas durante el siglo XI después de la caída del Califato de Córdoba. Imbuida por el esplendor cultural que se desarrolló en al-Ándalus, y que llevaría a la creación del zéjel y la moaxaja, me crucé con el nombre olvidado de Lubna de Córdoba, esclava e intelectual durante la segunda mitad del siglo X. Interesada por la posición de esta mujer como esclava y sabia a un mismo tiempo, me surgieron dudas sobre la desaparición de su nombre de los manuales de literatura de la Edad Media, por lo que, ampliando el margen de estudio, pude comprobar que su aportación a las ciencias y, sobre todo, a la poesía no fueron únicas.
Llevada, pues, por esta curiosidad no me fue difícil constatar la presencia de otras mujeres relevantes en el campo de la poesía árabe como Muhya bint al-Tayyani en el siglo XI, y de la que apenas se conservan datos biográficos, excepto que fue acogida por una princesa omeya que se convertirá en su tutora y a la que dedicó abundantes y encolerizadas sátiras; Gáliba, maestra de los epigramas satíricos; Abida, esclava de uno de los miembros de la familia Habibí; y Hassána la tamímiyya.
Ahora bien, cabría preguntarnos por qué estas poetisas no son mencionadas en la Historia de la Literatura si en obras tardías como la Takmila de Ibn al-Abbárr o en el Dayl de al al-Marrākušī son mencionadas junto a otras mujeres sabias de la época.

Me centraré, en este caso, en el personaje de Lubna de Córdoba, que no fue solamente una de las esclavas e intelectuales más relevantes del siglo X durante el Califato de Córdoba, sino que sus investigaciones y aportaciones al campo de la gramática fueron de enorme consideración para su época. Brillante escritora, defensora de la cultura como una forma de conseguir la integridad moral del hombre y magnífica poetisa, su nombre ha sido borrado de la historia sin más pretensiones.
Aunque no se saben muchos de los datos de su vida ni de su fallecimiento, se conoce que creció en el palacio de Abderramán III, consiguió un trabajo como copista en su biblioteca y consiguió ser nombrada organizadora de la misma. No solo un puesto así era un honor para las mujeres de su época, sino que hay que considerar el hecho de que ella, además de mujer, era esclava, una condición que relegaba a los puestos más subsidiarios y menor considerados de la sociedad.
Es de vital importancia mencionar, asimismo, un dato muy curioso de la época y que tampoco ha dejado constancia en numerosos manuales de consulta sobre la literatura de la época: había ciento setenta mujeres letradas durante el reinado de Alhakén II según lo constatan varias de las crónicas de la época, lo que sin duda debería ser considerado revolucionario desde la perspectiva represiva a la que han vivido sometidas las mujeres hasta el siglo XX.
Conservadora de la Gran Biblioteca de Córdoba, e impulsora junto con Hasday ibn Shaprut de la biblioteca de Medina Azahara, Lubna debe ser considerada como una de las mujeres más brillantes de su época, no solo por sus conocimientos que abarcaban desde la lógica, las matemáticas, el arte y las humanidades hasta las nociones más amplias de historia, sino por la apostura revolucionaria que esta mujer otorgó a su impronta durante su vida. Consciente de su gran labor como sabia, se convirtió en la maestra de algunos de los niños más pobres de Córdoba, luchando porque sus conocimientos perviviesen a la vez que su nombre en la historia de la literatura en las crónicas de la época, ampliando la colección de libros de su biblioteca al viajar a El Cairo, Damasco y Bagdad en busca de más ejemplares que añadir a los quinientos mil ya existentes.
Resultan interesantes, por lo tanto, sus aportaciones a la lírica en cuanto a sus poemas de temática palaciega, en la que la mujer esclava se convierte en «ama» y el amo en siervo del amor más fácil de obtener y conseguir que el de un matrimonio pactado. Por consiguiente, es difícil aceptar el hecho de que una mujer tan brillante, en todos los sentidos, sea olvidada por los manuales, ya que debería ser un referente en dedicación, lucha y esfuerzo por conseguir las metas que nos propongamos.
Irene Fidalgo López, es una joven escritora que tras estudiar el grado en Lengua española y su literatura en la facultad de León, actualmente se encuentra cursando un Máster en Formación del profesorado. Su interés por la literatura de lo insólito la ha llevado a colaborar en las residencias de verano con el grupo GEIG de literatura de la universidad de León.
Interesada por la lectura y escritura desde una edad temprana, comenzó su andadura por el mundo literario de su ciudad natal recitando en el Ágora de la Poesía y uniéndose posteriormente al joven colectivo #PLATAFORMA, con quienes ha participado en diversas performances poéticas y en publicaciones colectivas. Además ha participado también en las antologías colectivas de escritoras leonesas dedicadas, con motivo del 8 de marzo, a diversas escritoras como Josefina Aldecoa (2019) Alfonsa de la Torre (2020) Manuela López García (2021), así como en diversos encuentros como Escritores por Ciudad Juárez - León o la celebración del Día de las Escritoras, también en León.
Recientemente ha publicado su primer poemario Tiempo en calma con la editorial Mariposa Ediciones.