
23 de abril de 1980.
¿De dónde eres?, me preguntan, otra vez.
Entonces, un corto silencio, como siempre.
Nacimiento y adolescencia: país tropical, tierra ardiente con aroma de mango, árboles de verde umbrío y lluvia gruesa.
Infancia: islas calurosas, casi tropicales, de vientos alisios que descargan brisa fresca, de luz transparente y de aire infinitamente con sabor a salitre.
Vida adulta: tierra fría que extiende sus brazos para intentar tocar el punto más norte de la tierra y que, con el orgullo de siempre, ostenta un paisaje con gran variedad de verdes primaverales.
23 de abril de 1990, de 2000, de 2010.
¿De dónde eres?
Siempre la misma curiosidad, y siempre la misma afirmación.
23 de abril de 2020, 10 de abril de 2022
¿De dónde eres?
La pregunta persiste. La réplica no cambia, pero si hay un añadido.
Nacimiento y adolescencia: país tropical, tierra ardiente con aroma de mango, árboles de verde umbrío y lluvia gruesa.
Infancia: islas calurosas, casi tropicales, de vientos alisios que descargan brisa fresca, de luz transparente y de aire infinitamente con sabor a salitre.
Vida adulta: tierra fría que extiende sus brazos para intentar tocar el punto más norte de la tierra y que, con el orgullo de siempre, ostenta un paisaje con gran variedad de verdes primaverales.
Tiempo presente: de vuelta en las islas de luz cristalina y mar en el aire.
23 de abril de 2030
¿De dónde eres?
Es el mismo cuestionar que nunca cesa, y la respuesta de siempre agota.
Soy de todas partes y, a la vez, de ninguna.
¿Extranjera, entonces? No, aunque así lo prefieren quienes preguntan. Pero puedes llamarme así. ¡Cuántas veces me he mirado en el espejo y he visto allí la extranjera de la que hablas!
Todo eso acostumbraba a importar. Ya, no.
Ahora soy yo, la de muchas historias regaladas por los tantos lugares de donde soy.

23 de abril de 1980.
¿De dónde eres?, me preguntan, otra vez.
Entonces, un corto silencio, como siempre.
Nacimiento y adolescencia: país tropical, tierra ardiente con aroma de mango, árboles de verde umbrío y lluvia gruesa.
Infancia: islas calurosas, casi tropicales, de vientos alisios que descargan brisa fresca, de luz transparente y de aire infinitamente con sabor a salitre.
Vida adulta: tierra fría que extiende sus brazos para intentar tocar el punto más norte de la tierra y que, con el orgullo de siempre, ostenta un paisaje con gran variedad de verdes primaverales.
23 de abril de 1990, de 2000, de 2010.
¿De dónde eres?
Siempre la misma curiosidad, y siempre la misma afirmación.
23 de abril de 2020, 10 de abril de 2022
¿De dónde eres?
La pregunta persiste. La réplica no cambia, pero si hay un añadido.
Nacimiento y adolescencia: país tropical, tierra ardiente con aroma de mango, árboles de verde umbrío y lluvia gruesa.
Infancia: islas calurosas, casi tropicales, de vientos alisios que descargan brisa fresca, de luz transparente y de aire infinitamente con sabor a salitre.
Vida adulta: tierra fría que extiende sus brazos para intentar tocar el punto más norte de la tierra y que, con el orgullo de siempre, ostenta un paisaje con gran variedad de verdes primaverales.
Tiempo presente: de vuelta en las islas de luz cristalina y mar en el aire.
23 de abril de 2030
¿De dónde eres?
Es el mismo cuestionar que nunca cesa, y la respuesta de siempre agota.
Soy de todas partes y, a la vez, de ninguna.
¿Extranjera, entonces? No, aunque así lo prefieren quienes preguntan. Pero puedes llamarme así. ¡Cuántas veces me he mirado en el espejo y he visto allí la extranjera de la que hablas!
Todo eso acostumbraba a importar. Ya, no.
Ahora soy yo, la de muchas historias regaladas por los tantos lugares de donde soy.

23 de abril de 1980.
¿De dónde eres?, me preguntan, otra vez.
Entonces, un corto silencio, como siempre.
Nacimiento y adolescencia: país tropical, tierra ardiente con aroma de mango, árboles de verde umbrío y lluvia gruesa.
Infancia: islas calurosas, casi tropicales, de vientos alisios que descargan brisa fresca, de luz transparente y de aire infinitamente con sabor a salitre.
Vida adulta: tierra fría que extiende sus brazos para intentar tocar el punto más norte de la tierra y que, con el orgullo de siempre, ostenta un paisaje con gran variedad de verdes primaverales.
23 de abril de 1990, de 2000, de 2010.
¿De dónde eres?
Siempre la misma curiosidad, y siempre la misma afirmación.
23 de abril de 2020, 10 de abril de 2022
¿De dónde eres?
La pregunta persiste. La réplica no cambia, pero si hay un añadido.
Nacimiento y adolescencia: país tropical, tierra ardiente con aroma de mango, árboles de verde umbrío y lluvia gruesa.
Infancia: islas calurosas, casi tropicales, de vientos alisios que descargan brisa fresca, de luz transparente y de aire infinitamente con sabor a salitre.
Vida adulta: tierra fría que extiende sus brazos para intentar tocar el punto más norte de la tierra y que, con el orgullo de siempre, ostenta un paisaje con gran variedad de verdes primaverales.
Tiempo presente: de vuelta en las islas de luz cristalina y mar en el aire.
23 de abril de 2030
¿De dónde eres?
Es el mismo cuestionar que nunca cesa, y la respuesta de siempre agota.
Soy de todas partes y, a la vez, de ninguna.
¿Extranjera, entonces? No, aunque así lo prefieren quienes preguntan. Pero puedes llamarme así. ¡Cuántas veces me he mirado en el espejo y he visto allí la extranjera de la que hablas!
Todo eso acostumbraba a importar. Ya, no.
Ahora soy yo, la de muchas historias regaladas por los tantos lugares de donde soy.