
En los próximos días publicaremos poemas de Marga Clark, vive en Madrid. (pueden ver aquí su trayectoria (1)) Del poemario: Campo de batalla, Huerga y Fierro, editores
I El sueño recoge mi agotado cuerpo mi caída a los infiernos estoy cansada de tanto esperar mi vigilia es inquieta, inacabable la lucha incesante. Los cuerpos caen malheridos por doquier agonizan mutilados inertes en su desamparo y la sangre corre maldita como ríos desbordados inundando los campos de mi desconcierto. Estoy aquí contigo contemplando los cadáveres como lirios derrumbados pero no hay tiempo la batalla continúa la contienda es eterna. Todavía siento el dolor la náusea la hiel de la derrota. Estoy cansada duermo con los ojos siempre abiertos vigilo en mi sueño. El enemigo se acerca sigiloso despierto recojo mi lanza y la arrojo con brío al vacío de la incertidumbre la ignorancia de ser yo sin reconocerme el miedo a verme en ti cuando me siento en mí. Mi cobardía por no lanzarme al infierno de lo desconocido al misterioso vacío que grita mi nombre que describe mi zozobra. El temor a mirarme y no ser yo la posibilidad de verme en mí una vez más y no reconocerme. El rasgo conmovedor de verme en ti y ser yo para mí siempre. II Y después llegó el remordimiento gritándome al oído palabras infames ahondando en esa herida infectada de amor. El oasis no existe ni extiende su frescor a los que buscan refugio es sólo un espejismo de quien sueña su muerte. Es una nube hueca de polvo y fantasía que sacia al enemigo de su sed de venganza de su delirio turbio. Recojo mi estandarte regreso a la batalla allí estaré contigo luchando cuerpo a cuerpo la sangre con la sangre desbordando palabras palabras como ríos que no van a la mar. Mirándote a los ojos te lanzaré mi dardo en el vacío ardiente de tu costado herido. Te miraré a los ojos te lanzaré mi dardo te miraré al vacío. III Y más tarde la lluvia salpicó mi tristeza en su dulce abandono y cubrí mis heridas con la suave ternura del papiro y del loto. Y recordé esos versos de mi adolescencia que tanto exaltaron mi espíritu inquieto: ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos! Y respiré esa brisa que tú respirabas y exprimí del junco la última gota que alivió mi inquina y mi resquemor. Y más tarde la lluvia inundó las arenas y el cálido cactus se empapó de recuerdos. Miré tu mirada enjuagando mi rostro con tus lágrimas frías y sentí la agonía de tu muerte en la mía como si fuera amor. Y sentí tu agonía tu muerte y la mía y sentí tu mirada como si fuera amor. ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos! Marga Clark - 2010
Links
https://www.youtube.com/channel/UCWUspE443UeRnPQ1kyYf31w
https://es.wikipedia.org/wiki/Marga_Clark
1)Marga Clark, (Madrid), escritora, poeta y artista fotógrafa. Realiza su carrera universitaria y cursos especializados de cine y fotografía en Nueva York. Estudia con el gran maestro del retrato, Philippe Halsman. Obtiene la beca de la Academia Española en Roma y el premio Villa de Madrid (2008) de poesía por El olorde tu nombre. Ha participado en numerosas exposiciones en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos.Autora de libros de ensayo, bibliófilo, fotografía, poesía, y de la novela Amarga luz. Algunas de sus obras ha sido traducida al inglés, italiano y recogida en diversas Antologías.
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