viernes, abril 26 2024

A PUERTA CERRADA CON SARTRE, GEPETO Y PINOCHO

By Francisco Bravo

{Escrito entre el 09 al 18 de mayo de 2022 en Miami Beach, Florida, EEUU además mientras escucho a Arnold Schoenberg (1874-1951): “Verklärte Nacht”, Op.4 (1899)}

A veces me parece que me han metido en un cuarto sin puertas y lo único que puedo hacer es mirar la tele y en su pantalla me encuentro con el programa que uno, lo llamaré  Gepeto…quien no es otro que el creador del espectáculo o programa, el director de la peli, el redactor de las noticias, o sea el manipulador de nuestros sentimientos y emociones… dirige a otro, este será Pinocho… el actor, el presentador de las noticias, el interprete, o sea, el mentiroso pero que nos hace reír, llorar, fantasear…que me instruye, siguiendo las órdenes de Gepeto, y me dice lo que tengo que pensar, como debo criar a mis hijos, como expresarme, que ropa ponerme et cetera et cetera.  Los supuestos medios brindándonos, ya hecha y en bandeja de plata, la opinión pública y a su vez destruyendo la moralidad y la historia de la sociedad en que vivimos.  Lo saben hacer muy bien, poquet a poquet, y si no, ¿Por qué nos ponen por la tele tantos malos ejemplos?

Cuando dije “un cuarto sin puertas” lo hice pensando en la obra Huis clos (1944) de Jean-Paul Sartre. Gepeto, com us ho podré dir, me llegó pensando en Walt Disney y en el personaje del famoso cuento de Carlo Collodi de 1883, Le avventure di Pinocchio.  Gepeto, como sabréis, fue un carpintero que hizo un muñeco de madera…una marioneta…y lo llamo Pinocho. Usando poderes oscuros…que nos se sabe de dónde los saco…Gepeto le da vida a Pinocho y la marioneta se convierte en un niño de palo. Pero en vez de ser un niño bueno, Pinocho es un gamberro y un mentiroso que cada vez que miente le crece la nariz.  Tanto mintió y tanto le creció que quedó deformado. Pero la cosa no paró ahí, ¡claro que no! por ser tan macarra y tan perverso, los poderes oscuros… ¿serían los de Gepeto?… lo transformaron en un asno.

Sépase que la primera versión de  Le avventure di Pinocchio que apareció  en castellano en España, fue la de Rafael Calleja, (Editorial Calleja de Madrid), publicada en 1912.  Ya habían versiones en castellano en Italia (1900), en México y en Argentina.


I on vaig amb aquests personatges? A hacer una analogía y a usarlos de símbolos. Por ejemplo, Gepeto, el carpintero, (¿la masonería?), construye una marioneta, Pinocho, (¿Nuestros guías? ¿Nuestros políticos? ¿Nuestros famosos?), que él quiere dirigir y manipular, para eso logra, por obra de magia, que el muñeco cobre vida. Pero al hacerlo, Pinocho, en lugar de serle dócil y obediente, se le subleva y se independiza, y ahí comienzan los problemas.  El chico todo lo hace mal y desagrada a su maestro y creador.  Se junta con auténticos macarras, gamberros, pillos y malandrines.  Gepeto lo salva por segunda vez, y usando sus poderes mágicos, transforma al niño de palo en un niño de carne y hueso. El Pinocho de carne y hueso es el que puede ahora pasar desapercibido entre nosotros y Gepeto lo puede utilizar para adoctrinarnos, controlarnos, y engañarnos.

Yo pienso que los “Gepetos” han ido desarrollando y mejorando sus maneras de transmitir propaganda y manipulación a través de la tele, el cine y el teatro, hasta por la música pop y sin dudas también por las arte plásticas.  Así han llegado a perfeccionar la maquinaria de controlar, a tal estado de sofisticación, que ya no nos damos ni cuenta que nos están controlando.  Nos creemos libres, actualizados, modernas señoras y señores del S. XXI,  con lujos como la tele, el cine, nuestros libros “best sellers”, y hasta con abundancia de redes sociales.  Pero en verdad no somos más que borregos sentados en nuestros cuartos sin puertas mirando la tele y obedeciendo. 

Pero Gepeto no fue el que nos metió en ese cuarto sin puertas.  Gepeto nos hizo pensar que en un cuarto sin puertas estamos y que tenemos la obligación de aceptarlo y de agradecerle todo lo que hace por nosotros, y todo lo que nos dice. Tampoco podemos olvidar lo que siempre nos recuerda, que si nos sublevamos…digamos que si nos atrevemos a exigir nuestros derechos o cambiar de camino…nos puede poner delante a otro Pinocho…el malo…que nos meterá un palo por el culo y nos obligará a que sigamos de buenos borreguitos.  ¡No te atrevas a meterte con el sagrado status quo que defiende Gepeto! Y tío, ¡No te salgas de la raya cabrón sino te zampo otro!


Pero, regresando a la obra de Sartre, parece ser que muchos no la conocen, pues el cuarto sin puertas…o a “puertas cerradas”…es un espejismo, ni el cuarto ni las puertas cerradas existen.  Los que están dentro del cuarto no salen porque le han robado la voluntad de hacerlo. ¿Acaso no dijo Sartre que el infierno eran los demás?  Nos entregamos a nuestros verdugos sin luchar.  Nos rendimos muy rápido porque nos han convencido que contra el destino nadie batalla (¿No lo dijo Gardel?). Pero ¿Por qué no? ¡Abrid compañeros las puertas y salid!  ¡Haced historia! Los que nos quieren controlar no son ni tan grandes ni tan fuertes como nos dicen ellos que son. Acordaos del mago de Oz. 

La historia se hace día a día, no por borregos, si no por los que no le temen a las consecuencias, y por los que se enfrentan a las adversidades y haciéndolo se sobreponen a ellas.  ¿No se forjaron así los santos y las santas? Basta ya de dejarnos engañar.  Ha llegado la hora de rasgar el telón y entrar en el Sanctum Sanctorum y reclamar lo nuestro y en particular la nuestra y muy merecida independencia.  Si no lo hacemos, y tenemos que hacerlo todos juntos, ¿Adivinad que pasaría? Adivinad quien ganaría?

Gepeto…

Existen muchos problemas en esta sociedad, no solo en nuestro país, pero en casi todos los países del mundo y quizá sea porque nos están dirigiendo con mala idea, queriendo confundirnos para que dejemos a un lado nuestros valores tradicionales y los suplantemos con los de ellos…

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