LOS MIÉRCOLES DE MASTICADORES-FEM
Por Mercedes G. Rojo (Sección: Miscelánea en rojo)
Miércoles, 9 de noviembre. 2022
La semana pasada recuperábamos el recorrido por la presencia de la mujer en el Premio Nobel de Literatura, el más conocido a nivel mundial, para descubrir lo escasa que esta ha sido y aún es a lo largo de la historia del mismo. Pero ¿qué ha ocurrido en el panorama de otros importantes galardones? Pues mucho me temo que la situación sigue los mismos derroteros, al menos en lo que a nuestro país se refiere. Ese será hoy, precisamente, el objetivo de este artículo: conocer la situación con respecto a los premios más importantes que se conceden en nuestro país y en lengua castellana. ¿Vamos a ello? Comenzaremos por los institucionales.
- El Premio Cervantes
Podríamos decir que, de alguna manera, se trata del equivalente hispano del Premio Nobel de Literatura, siendo el de mayor reconocimiento en lo que a la escritura en español se refiere. Está destinado a distinguir la obra global de un autor en lengua castellana cuya contribución al patrimonio cultural hispánico haya sido decisiva.
Instituido en 1974, si a fecha de mi primer trabajo (el que me ha servido como punto de partida para ver la evolución que los mismos han sufrido en los últimos años), con 27 premios entregados, solo había dos galardones con nombre femenino (el de la filósofa española María Zambrano (1988) y el de la poeta cubana Dulce María Loynaz (1992)), hoy– diecinueve años después, con un total de 46 ediciones y 47 premios entregados- solo cuatro escritoras más han llegado a formar parte del elenco de quienes lo han conseguido. Estas incorporaciones han hecho crecer el porcentaje de galardonadas del 7’4% de hace 19 años al 8’5% actual, una cantidad que sin llegar ni siquiera al 10% del total sigue siendo, a todas luces, insuficiente. A esa lista de escasas afortunadas se han unido: Ana María Matute (España. 2010), Elena Poniatowska (México, 2013), Ida Vitale (Uruguay, 2018) y Cristina Peri Rossi (Uruguay, 2021). Ya veremos lo que ocurre con la edición de este año.
El jurado de este galardón lo conforman: el director de la RAE, el director de una de las Academias de la Lengua de Hispanoamérica, que va cambiando cada año, quien haya recibido el premio en la edición anterior y seis personalidades del mundo académico, literario o universitario, hispanoamericanos, de reconocido prestigio. Claramente, muchos de esos puestos están ostentados por personalidades masculinas. Así que “a buen entendedor…”
2. Premio Nacional de las Letras
Este premio es otorgado por el Ministerio de Cultura desde el año 1984, “destinado a reconocer el conjunto de la obra literaria de una autora o un autor vivo escrita en cualquiera de las lenguas españolas oficiales”, con el doble objetivo de incidir en “la presencia de las mismas en la configuración de la cultura de nuestro presente y de nuestro futuro” a la vez que se reconoce la trascendencia de los premiados conforme a la totalidad de su obra.
De los diecinueve galardones entregados a fecha de mi primer estudio, solamente dos habían recaído en mujeres: Rosa Chacel (1987) y Carmen Marín Gaite (1994), ambas novelistas, un porcentaje de apenas un 10’5 %. Desde entonces los premios entregados han subido a un total de treinta y ocho, y solo cuatro mujeres más se han sumado al ranking elevando el porcentaje apenas a un 15’7% de presencia. Las afortunadas han sido Ana María Matute (2007); Carme Riera (2015, esta también por su obra en catalán); Rosa Montero (2017) y Francisca Aguirre (2018), con una clara predominancia de las novelistas.
Tras el Premio Nacional de las Letras, que tiene en cuenta el conjunto de toda la obra de un autor, independientemente del género o géneros en los que la misma puedan estar inscritos, se han ido instaurando otras modalidades que atienden específicamente a la obra de un determinado género, con la condición de que haya sido publicada en el año de la convocatoria que corresponda, siempre en cualquiera de las lenguas oficiales del país y, por supuesto, editadas en el mismo. Incluimos a continuación los específicamente relacionados con la creación literaria en sus diferentes facetas.
3. Premio Nacional de Narrativa
Entregado desde el año 1977 premia una obra concreta de esta categoría. A la entrega de las 25 ediciones, sucedidas en el momento de mi primer acercamiento, solo dos (el 8%) lo habían sido a mujeres, en concreto a Carmen Martín Gaite (1978) y a Carme Riera (1995), en este caso por una obra original en catalán. Desde entonces, solo tres más se han sumado al ranking de los cuarenta y cuatro galardonados hasta el momento (en las 45 convocatorias), elevando el porcentaje hasta un siempre escaso 11’11%. En concreto fueron Cristina Morales (2019), Almudena Grandes (2018) y Cristina Fernández Cubas (2016)
4. Premio Nacional de Poesía
Este estudio no había sido incluido en mi ensayo previo. Fue entregado por primera vez en 1977 y hubo de pasar casi un cuarte de siglo para que se lo llevara por primera vez una mujer. De un total de 45 convocatorias, han sido entregados 43 galardones (2 desiertos), y de dicho total nueve han correspondido a mujeres, lo que supone un porcentaje de casi un 21 %, uno de los más altos encontrados. entre las obras premiadas podemos encontrar también poemarios en euskera y catalán, circunstancia que es así mismo totalmente inusual. Las galardonas en este tiemp, todas ellas ya dentro de los límites temporales de este siglo XXI, han sido: Miren Agur Meabe (2021), Olga Novo (2020), Pilar Pallarés (2019), Antònia Vicens (2018), Ángeles Mora (2016), Francisca Aguirre (2011), Olvido García Valdés (2007), Chantal Maillard (2004), Julia Uceda (2003)
5. Premio Nacional de Ensayo
Su creación también data de 1976 y desde entonces se han entregado hasta 45 galardones correspondientes a 48 convocatorias, de las que algunas quedaron desiertas. Celia Amorós (2006), Victoria Camps (2012), Adela Cortina (2014), María Xesús Lama (2018) e Irene Vallejo (2020), son las protagonistas de ese 11 % que supone toda la cuota femenina representada hasta ahora en dicho premio
Como curiosidad añadir, que en 1986, uno de los años en los que no sé llegó a conceder el premio, Paloma Díaz-Mas quedaría como finalista por su trabajo: Los sefardíes: historia, lengua, cultura.
6. Premio Nacional de Literatura Dramática (Teatro)
La entrega de galardones en esta modalidad literaria no comienza hasta 1992, con un total de 31 galardones desde entonces. Entre todos ellos aparecen un total de cinco escritoras, siendo además el premio concedido en 2015, compartido con el coautor del título ganador. Estos cinco nombres suponen una presencia aproximada del 16 % por ciento de los galardones entregados. Las ganadoras de los mismos serían: Yolanda García Serrano (2018), Lola Blasco (2016), Laila Ripoll ( 2015), Angélica Liddell (2012), Lluïsa Cunillé (2010)
7. Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil
Se entregaba por primera vez en 1978, siendo este el más atípico de todos ellos, en cuanto a evolución de sus ediciones pues en algunas de ellas se reconoció más de un premio e incluso algún accésit; así, a lo largo de sus 44 ediciones, podemos encontrarnos 57 autores galardonados, de los 15 de ellos corresponden a nombres femeninos, confirmándose así una presencia del 26’31 %, el segundo mejor resultado después el Premio Joven que veremos posteriormente. Estos son los nombres de las ganadoras: Beatriz Giménez de Ory (2021), Elia Barceló (2020), Ledicia Costas (2015), Laura Gallego (2012), Maite Carranza (2011), Mariasun Landa (2003), Noemí Villamuza (1999), Elvira Lindo (1998), Fina Casalderrey (1996), Carmen Vázquez-Vigo (1992), Carmen Conde (1987), Ana María Matute (1984), Montserrat del Amo 1979. En 1978, se entregan don premios y otros tantos accésit, llevando los primeros nombre femenino: Mercedes Chozas (1º) y Marta Osorio (2º)
8. Premio Nacional de Poesía Joven “Miguel Hernández”
Es de los últimos galardones incorporados al panorama ministerial, pues su creación, relativamente reciente, data de 2011. Desde entonces han sido once las personas galardonados hasta el momento, de las que, en este caso seis son féminas, lo que lo convierte en el de mejores resultados para la presencia de las mismas (54%) de todos los analizados hasta el momento. Se entrega a escritores/a con menos de 31 años en el año de publicación de la obra, el vigente para cada convocatoria, por un libro publicado en cualquiera de las lenguas oficiales de nuestro país. Las galardonadas han sido: María Elena Higueruelo (2021), Alba Cid (2020), Berta García Faet (2018), Ángela Segovia (2017), Martha Asunción Alonso (2012), Laura Casielles (2011)
9. Premio Princesa de Asturias de las Letras (Príncipe de Asturias, hasta 2014)
Concedido por esta Fundación desde 1981, “a la persona, grupo de personas o institución cuya labor creadora o de investigación represente una contribución relevante a la cultura universal en los campos de la Literatura o de la Lingüística”, las únicas representantes femeninas que lo habían obtenido a fecha de mi primer acercamiento habían sido la novelista española Carmen Martín Gaite (1988) y la británica Doris Lessing (2001). A partir de ahí se han sumado al elenco de premiadas Fatima Mernissi y Susan Sontang (2003), Nélida Piñón (2005), Margaret Atwood (2008), Siri Hustvedt (2019) y Anne Carson (2020), de un total de 44 galardonados, pues en varias de las ediciones el premiado no ha sido único, lo que pone el porcentaje de participación femenina en un apenas 18 % del cómputo total. Se da la circunstancia de que, entre ellas, Doris Lessing sería galardonada posteriormente, en 2007 con el Premio Nobel de Literatura.


Aunque pueda parecer que poco a poco la situación vaya cambiando, seguramente coincidiendo no solo con la normalización de la presencia femenina en la escritura, también con su presencia en los jurados que entregan dichos premios, el cambio es demasiado lento con respecto a su presencia en el mundo literario. No olvidemos, pues de todo el mundo es bien sabido, aquello de que “cambia el jurado, cambia el premiado”. Solo hay que analizar la formación de los jurados en cada uno de los premios y nos encontraremos con parte de la raíz del problema, en una situación que está lejos de las premisas de equidad e igualdad. Y es que ¡señores” (porque las señoras lo tenemos muy clarito), cantidad de autoras para equilibrar la balanza hay más que de sobra. Y calidad también, que no queremos privilegios que no nos correspondan. Pero al menos, dennos la oportunidad de ser leídas porque las mujeres no escribimos solo para mujeres y si nosotras les leemos también a ustedes, ¿por qué son tan reacios a hacerlo también en sentido inverso?

Para una futura ocasión dejaremos el análisis de como evolucionan en presencia femenina algunos de los premios más importantes del panorama español que vienen de la mano de intereses más editoriales. Mientras tanto les invito a descubrir (o redescubrir) algunas de las obras de estas interesantes mujeres.