“Cuando más cerrada es la individualidad creativa, más colectiva, es su historia. La zona del subconsciente del genio no se puede medir. La componen todo los que sienten sus lectores, cosa que él ya lo sabe. (Pág. 28, Borís Pasternak, El salconduit)
Los aficionados a la lectura (y a la cultura en general) tienen vidas propias que comparten con los escritores/ras, y si mencionamos el Doctor Zhivago, obra de este autor, que abre la cita, diremos que nuestra vida retumba a veces en esta película.
Muchos me dirán, ¿dónde está la constancia del gran escritor, o gran editor. En su sincronización con las líneas generales de la sociedad, para bien o para mal, reconoce que su tarea es única y le corresponde tan solo a él realizarla.
Este sábado me visito una bruja (¿las atraigo tal vez?). La Sra. R., de casi 80 años, fresca, original, que conoce al mal y se ha detenido hasta donde está la línea que allí comienza. De ojos vivos y una antigua belleza. En la conversación, que acompañaba mi mujer. Le pedí si me tiraba las cartas. Ella usa la baraja española. Insistió mucho, aquí está tu pasado, tu presente y tu futuro. Yo solo veía cartas. Pero al darme a mezclar las cartas, en mi caso tenía una pregunta: ¿Masticadores? Y… mi nueva vida.
El dos de oro apareció en el futuro. La Sra. R. dijo: “pensaba que el oro te saldría al comienzo, digamos, en el pasado. Y respondí, “no pues esa mujer en el pasado que mencionas, lo tuvo todo y no supo gestionarlo”.
“Y estaba muy cercana a ti” —agregó la Sra. R.
“Siento, que he esperado 65 años para este momento. Lo que dije fue brutal. Era como si aceptara que mi vida había sido regular o difícil, a veces esplendida, pero ahora me preparaba para una gran tarea.
“Si”, dijo mi bruja.
Y mire hacia los lados. Esta mañana al abrir el texto de Pasternak, que me habían regalado en Sant Jordi, no pude menos que reconocer que hay caminos buscados durante años, hasta que aparecen y uno está preparado. Masticadores es un claro ejemplo, en la charla de ayer, en la terraza, todos anunciaban cambios, yo mencioné: he creado mi blog número 18.
Dice nuestro autor: “Las lilas florecían igualmente. Avanzaban camino y organizaban una calurosa acogida a la amplia entrada de la finca. […] Detrás de la entrada, un patio desierto, pisado por las bestias y cubierto de una hierba desigual, faltaba un buen trozo hasta las casas” pág. 122, ob. Citada)
Mi bruja, me confirmó que los caminos se revelan de manera azarosa y fecunda. Detrás de un proyecto hay miles de lucecitas conectadas a su futuro.
Nota: Traducido del catalán por j re crivello
Los aficionados a la lectura (y a la cultura en general) tienen vidas propias que comparten con los escritores/ras, y si mencionamos el Doctor Zhivago, obra de este autor, que abre la cita, diremos que nuestra vida retumba a veces en esta película.
Muchos me dirán, ¿dónde está la constancia del gran escritor, o gran editor. En su sincronización con las líneas generales de la sociedad, para bien o para mal, reconoce que su tarea es única y le corresponde tan solo a él realizarla.
Este sábado me visito una bruja (¿las atraigo tal vez?). La Sra. R., de casi 80 años, fresca, original, que conoce al mal y se ha detenido hasta donde está la línea que allí comienza. De ojos vivos y una antigua belleza. En la conversación, que acompañaba mi mujer. Le pedí si me tiraba las cartas. Ella usa la baraja española. Insistió mucho, aquí está tu pasado, tu presente y tu futuro. Yo solo veía cartas. Pero al darme a mezclar las cartas, en mi caso tenía una pregunta: ¿Masticadores? Y… mi nueva vida.
El dos de oro apareció en el futuro. La Sra. R. dijo: “pensaba que el oro te saldría al comienzo, digamos, en el pasado. Y respondí, “no pues esa mujer en el pasado que mencionas, lo tuvo todo y no supo gestionarlo”.
“Y estaba muy cercana a ti” —agregó la Sra. R.
“Siento, que he esperado 65 años para este momento. Lo que dije fue brutal. Era como si aceptara que mi vida había sido regular o difícil, a veces esplendida, pero ahora me preparaba para una gran tarea.
“Si”, dijo mi bruja.
Y mire hacia los lados. Esta mañana al abrir el texto de Pasternak, que me habían regalado en Sant Jordi, no pude menos que reconocer que hay caminos buscados durante años, hasta que aparecen y uno está preparado. Masticadores es un claro ejemplo, en la charla de ayer, en la terraza, todos anunciaban cambios, yo mencioné: he creado mi blog número 18.
Dice nuestro autor: “Las lilas florecían igualmente. Avanzaban camino y organizaban una calurosa acogida a la amplia entrada de la finca. […] Detrás de la entrada, un patio desierto, pisado por las bestias y cubierto de una hierba desigual, faltaba un buen trozo hasta las casas” pág. 122, ob. Citada)
Mi bruja, me confirmó que los caminos se revelan de manera azarosa y fecunda. Detrás de un proyecto hay miles de lucecitas conectadas a su futuro.
Nota: Traducido del catalán por j re crivello
