Cuando la mendicidad tiene otra forma,es decir otro rostro/no la del mendigobien digo que las preguntas parecen de fábrica /bastarda decadentehospedamos puentes con barreraslos mástiles enarbolan banderas raídas por la hipocresíalas zapatillas se acordonan entre sí permiso para que la brutal desgracia tenga una execrable ventaja... cierta ventajala de someternos convertirnos a su imagen y semejanza /cual plaga bíblicaen esta forma de alegría se abriga la sequedad de las retinas /para el tormento del esqueletoy a la guitarra que no tiene cuerpo de mujerle ofrecemos calles que parecen doblar en la primera esquinasus casas no tienen patio trasero o sus baldosasse reparten entre la presunta prescindencia de la moraly los pensamientos desalineadosallí nos albergarnos como almitas que dudan entre sí estimulando la incesante hostilidadinventan la noche para la exclusividad del insomnio de los árboles, y las sombras para el regocijo del verdugo bufóno cobarde mascaritaque archivan culpas vaya a saber en que siniestro casilleroy este pregón o pregoneros de la igualdad de alguna clasenos fusila en masa con palabras /en el sentido más vil del sacrificionos preparan fosas populares para enterrarnos en el mismo cementerioahorrando costos por inexistencia adquiridaa todos allí, nos condecoran /con el mismo raso igualitario de la miseria.