Muy a menudo, en los grupos de escritura, he asistido a un fenómeno extraño. Alguien escribe algo extraordinario y luego no se da cuenta en absoluto de la belleza de lo que ha escrito. Por mucho que yo me exceda en alabanzas, y por mucho que los otros miembros del grupo expresen sus apreciaciones, la persona no consigue establecer un contacto con el hecho de haber escrito algo bueno” El Gozo de escribir, Natalie Goldberg
Puedo afirmar que lo mismo ocurre en mis grupos de escritura. Muchos olvidan que el desarrollo de un escritor es un proceso largo y complejo que no depende de la promoción o de las redes, sino de conectar con su voz interior. Y para ello es necesario sobreponerse a múltiples fracasos, y a distracciones por las tensiones que surgen alrededor. Y dominar la soberbia y aceptar que otro puede ser tu tutor al practicar la escucha.
Dice además esta apreciada escritora y alma de muchos escritores noveles Natalie Goldberg: “No estoy diciendo que cada uno de nosotros sea un Shakespeare; quiero decir que todos poseemos una voz auténtica que puede expresar los distintos aspectos de nuestra existencia de forma honrada, digna y precisa”.
La vez que note que mi voz existía en mi interior fue alrededor de los 8 años, pero no comencé a escribir hasta pasados los 50. En ese largo intervalo mi voz se mantuvo autentica y a la espera de dar el salto al público. La paciencia es un elemento que nos activa cuando damos espacio a esa voz interior y luego nos cautiva y al compartirla, cautiva poco a poco a los demás
¿Está tu voz lista a salir?