
El 30 de junio de 1910 nace en Cacabelos, León, Manuela López García, Manolita. Mujer adelantada a su época, maestra, poetisa, con una obra poética reconocida de más de 1500 poemas. Mercedes González Rojo le rinde un merecido homenaje.
Cada 8 de marzo, desde hace ya cuatro años, un grupo de escritoras leonesas nos venimos reuniendo en León para realizar cumplido homenaje a una mujer que haya recorrido los caminos de las letras, haciendo más amplios esos senderos por los que hoy tantas transitamos. Escogemos para ello a mujeres que, teniendo sus méritos, las circunstancias no las han acompañado para que sean conocidas en igualdad de condiciones que tantos compañeros suyos. Este año la escogida fue Manuela López García, una poeta berciana, que ejercicio muchos años de maestra (su gran pasión) tras haber sufrido los efectos de una guerra y una posguerra que no le fueron propicios. Por sus circunstancias, por los temas tratados en su poesía, por su forma de enfrentarse a la vida, hemos dado en llamarla la “sin sombrero” leonesa. Un nutrido grupo de escritoras le ofrecimos en un hermoso libro que se acerca a su vida y a su obra un ramillete de textos inspirados por ella y por sus poemas. Esta es una de mis contribuciones al mismo. Mercedes G. Rojo

AUSENCIA EN LA BRUMA
Enero. Paisaje de brumas y
de ausencias,
eco de campanas tocando a muerto,
sonido lejano de ambulancias
anunciando inesperadas partidas.
Intuyo su nombre
y reconozco en él mi misma sangre
y siento el dolor lacerando mis entrañas.
Enero.
El mes de la esperanza es también propicio a las ausencias.
Y algunas se pierden en un silencio de nieve
que lo cubre todo.
Hasta el recuerdo.
También tú te fuiste
en un enero que apenas comenzaba
insoportable ya el dolor de tanta partida,
de tanto tiempo custodiado.
El amor te reclamaba desde el otro lado de la muerte
y te dejaste arrastrar por su llamada
esposos,
padre,
amigo...
Y te fuiste dejando tras de ti
cientos de versos cargados de tristezas
también las cosas bellas de la vida
floreciendo en tus poemas.
Tus poemas, Manolita,
maestra de la vida y de la risa,
maestra del dolor y del perdón,
maestra de lo grande y lo chiquito.
Maestra, siempre maestra.
Leo esos versos
y encuentro en tus palabras el eco
de otras que podrían ser las mías,
las de tantas mujeres
que alguna vez anduvieron senderos similares.
¿Será que continuamente se cruzan
los caminos de todas las mujeres?
………………………………………………..….
Pienso en ti, Manolita,
y siento esa esperanza de enero
abortada por tu muerte
secando los abrazos
las palabras que surgían a tu paso.
Ahora
han pasado ya algunos años
y sale de nuevo la ilusión
al reencuentro de tus versos
de esos versos dolientes perdonándolo todo
buscando en el silencio de la muerte
la fuerza de la vida.
Y mientras hoy de nuevo flotan en el aire
palabras que suenan a odio
ecos del pasado que estremecen la piel
y la vida,
entonces,
entonces recupero de tus versos
la esperanza y el perdón por encima del rencor,
la grandeza de un corazón bueno
-el tuyo Manolita-
incapaz de alimentar resentimientos,
donde la ley del talión quedó enterrada para siempre
entre la sonrisa de un niño
el aroma de las flores
y el bálsamo de las palabras de un libro.
Mercedes G. Rojo
Nota: este poema pertenece a la antología de textos incluida en el libro Manuela López García. Una vida, una obra (Ediciones del Lobo Sapiens), dentro del capítulo titulado “Un homenaje literario en femenino. Treinta y tres mujeres, treinta y tres inspiraciones”.

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