domingo, diciembre 3 2023

ASBELL by Natalia Carnales

El cuerpo entumecido le duele, poco a poco puede volver a su estado natural. Asbell estira sus extremidades mientras siente el alivio en su ser y un suave olor a humanidad, lo envuelve. Respira profundo, inhalando todo el oxígeno posible y le resulta extraño; como si fuera la primera vez, o tal vez, será que se había olvidado. Un resplandor le impide ver y como un acto reflejo se muerde el labio inferior. Intenta levantarse, pero los tobillos le duelen. Desde el hueso hacia fuera la carne se fue pudriendo, donde ahora se encuentra una soga. Quiere salir de allí. Una voz recita las mismas palabras una y otra vez, ya no las puede sacar de su mente y le retumban en los oídos hasta hacerle doler los tímpanos.

Lo salpican con algo húmedo, caliente como lava, y rápidamente, le cala hasta lo más profundo. Ataca su cuerpo, provocando un ardor que lo consume por dentro y que lo obliga a volver a encogerse en si mismo. Lucha todo lo posible por no ceder, pero el dolor es demasiado intenso. Aunque sabe que es la única oportunidad que tendrá, no puede evitar retorcerse entre su propio olor a quemado.

El instinto por sobrevivir es más fuerte, aferrándose a la vida lucha contra el sufrimiento. Un zumbido delata a las malditas moscas rondándole, buscan la putrefacción. No puede más y resignado vuelve a su posición inicial dejándose llevar por la oscuridad, mientras el olor a azufre lo absorbe. Tal vez el año siguiente lo conseguirá.

—He aquí la cruz del señor ¡Te ordeno demonio sal del cuerpo de esta joven! Amén.

—Padre ¿Cree que hemos vencido al diablo?

—Por ahora sí.

Nº registro: 2205141141522

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