Otro libro impactante de Stefan Zweig. Amok reúne varios relatos que hablan sobre la locura, la obsesión y las pasiones oscuras. La escritura de Zweig es extraordinaria: su estilo es ágil y de gran fuerza, las historias tienen giros inesperados y los personajes y las situaciones son diversos y asombrosos. Zweig es un maestro del suspense y de las expresiones vibrantes.
En Amok, un médico, que en realidad viene arrastrando una vulnerabilidad emocional desde Europa y termina en un exilio autoimpuesto en la selva malaya, empieza a enfermar de locura. Su encuentro con una misteriosa mujer lo llevará hasta el extremo de su demencia. En Historia de un ocaso, una poderosa marquesa, amante del rey de Francia, es despojada de su posición y confinada a una vida rural insignificante. Desde ese momento, obsesionada por la pérdida de su poder, el propósito de su vida será cobrar venganza. En La Cruz, un coronel francés escapa la muerte después de una dura batalla y, abandonado en tierra extranjera entre cadáveres, buscará con desesperación rastros de sus compatriotas. Un vago se centra en un estudiante corroído por el odio hacia un profesor a quien acusa de ser el causante de su fracaso y sus desgracias. La calle del claro de luna cuenta la historia de un hombre cuya pasión por su mujer se manifiesta en posiciones extremas: de ejercer el control sobre ella se somete él mismo a una humillación absoluta para recuperarla. En Leporella, una sirvienta emocionalmente dañada por una vida de aislamiento y de compulsivo trabajo recupera las ansias de vivir ante el gesto amigable de su señor. Esta chispa de vida se manifestará en una enfermiza obsesión por servirle. Finalmente, Episodio en el lago Leman relata la desesperación de un desertor, quien enviado a la guerra sin entender las verdaderas razones de esta, llega a un pueblo extranjero. Su obsesión: regresar a casa.
Además de absorberte, Amok y otras historias es un libro que se presta para serias discusiones. Contiene una interpretación magistral de lo que es la enfermedad mental, como si el mismo Freud (muy amigo de Zweig, por cierto) hubiera participado en el proceso. Se presentan, además, grandes temas: el aborto, el abuso doméstico, la necesidad de tener contacto humano, la ansiedad por volver a nuestra patria y familia, la enfermedad del poder…

No entiendo por qué algunos autores contemporáneos de Zweig lo calificaron de mal escritor. Yo jamás había escuchado de este autor austriaco, quien posiblemente fue olvidado a raíz de la crítica negativa de otros. He leído que fue el autor más publicado y traducido del mundo en los años 20 del siglo anterior. Me da la impresión de que lo que algunos llaman escribir bien es llenar compendios de complejidad que solo los eruditos pueden entender. Para mí, escribir bien es narrar con claridad, agilidad y con un estilo expresivo, creando historias convincentes que cautiven o intriguen. Zweig lo hace magistralmente.
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