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DE GRAFENO, RECEPTORES CELULARES Y LESIONES MEDULARES. Por Marisa Alonso Núñez

DE GRAFENO, RECEPTORES CELULARES Y LESIONES MEDULARES. Por Marisa Alonso Núñez

Publicada en MasticadoresFem
¿Cuántas personas conoces que están en sillas de ruedas? ¿Y cuántas personas conoces que han tenido un problema en su médula espinal y ya no pueden caminar?
Pues la mujer de la que te voy a hablar hoy, lleva años trabajando para darles una solución y que puedan volver a caminar. La verdad es que poder hacer eso me parece como increíble, como de ciencia ficción. De hecho, si sigues esta sección, te acordarás de que ya te hablé en otra ocasión de una mujer que trabajaba en este mismo área pero desde una perspectiva diferente.
¿Quieres que te desvele el misterio?
Venga, va…. Hoy te voy a hablar de María Concepción Serranos López-Terradas, o como oirás hablar más de ella, Conchi Serrano. Exactamente. Una bióloga que trabaja en un centro de investigación sobre materiales, ya que Conchi es Científica Titular del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) desde 2017.
Ella es madrileña, y allí, en la Universidad Complutense, es donde estudió Biología. Después de terminar la carrera siguió haciendo la tesis doctoral en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la misma universidad y fue sobre todo cuando realizó sus estancias postdoctorales, tanto en la Universidad de Northwestern (EEUU), como en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, cuando descubrió, exploró y aprovechó la ingeniería de tejidos y la ciencia de materiales como dos herramientas de tremenda utilidad para el tratamiento de patologías de todo tipo.
Pero, ¿y qué tiene que ver la ingeniería de tejidos y la ciencia de materiales con los pacientes con lesiones medulares?
¡¡¡Ah!!! Aquí es cuando entra en juego los años que Conchi pasó como investigadora postdoctoral en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, ya que durante esta etapa (2014 a 2017) contribuyó a la exploración de nuevas herramientas como los materiales basados en carbono (grafeno) como potenciales plataformas terapéuticas para la lesión medular. En sus propias palabras (sobre su estancia en este hospital): “Sus pacientes se han convertido en mi fuente de inspiración y motivación diaria”
¿No me digas que estas palabras no son preciosas?
Las investigadoras como Conchi, que tienen en el centro de su día a día, el intentar cómo mejorar la vida de otras personas siempre me han admirado.
Y sobre esto, tengo que confesar que mientras escribo estas líneas tengo un poquito de envidia sana de Conchi. Sí, lo confieso. Hay algunos momentos en los que me encantaría poder hacer cosas como las que hace ella, ¿y por qué no?
Aunque luego dejo de soñar, y pienso que lo que a mí me encanta es hacer esto. Escribir sobre estas mujeres maravillosas, que su trabajo tenga un poquitín más de visibilidad y que tú puedas conocer toda esta ciencia tan increíble hecha por mujeres.
Y después de este pequeño desvió… vamos a volver con quien importa ahora: Conchi.
Y es que además de lo que te he contado ya, tengo que decirte que forma parte del grupo de Materiales para Medicina y Biotecnología (MaMBIO) en el ICMM-CSIC, y coordina la línea de Materiales para la Salud en dicho centro.
También ha sido responsable de la creación y funcionamiento de dos laboratorios de cultivo celular en el ICMM-CSIC (uno de ellos, el primero de la institución, en 2011, y el actual validado con nivel de bioseguridad 2), y es responsable de la creación y mantenimiento de la Unidad Asociada de I+D+i con el CSIC “Diseño y desarrollo de biomateriales para regeneración neural» del Hospital Nacional de Parapléjicos (2017- actualidad).
Pero, pero, pero… Todavía no te he hablado realmente qué es lo que investiga Conchi. Sé que te habías dado cuenta, ¿a qué sí?
Es que estoy guardando lo mejor para el final porque quería contarte que Conchi ha participado en un proyecto europeo financiado con 3 millones de euros (de 2017 a 2020) y lidera otro proyecto europeo posterior (2022-) que ha sido financiado con 3,7 millones de euros. Y quiero contarte un poquito en qué consisten, porque estoy segura de que los ojos te van a hacer chiribitas.
El primer proyecto se llamaba Byaxon y consistía en el desarrollo de una nueva generación de sensores y electrodos basados en materiales de nanotecnología aplicados a la zona de comunicación neuronal. De hecho, las formas de comunicación neuronal que se estaban utilizando se basaban en crear estimulaciones eléctricas funcionales a través de electrodos a nivel muscular y/o de la espina dorsal.
Pero estos trabajos tenían algunos problemas importantes para poder llevarlos a la práctica. Por una parte, requerían una gran cantidad de cables y sensores, y los que eran basados en el electromagnetismo y no requerían esa cantidad de cables, lo que necesitaban eran temperaturas realmente bajas, que eran imposibles de conseguir sin grandes aparatos.
Es decir, que lo que ya existía no servía para la vida diaria de una persona. Por eso, con el proyecto Byaxon quisieron diseñar y construir un prototipo de un implante que pueda funcionar directamente al nivel de la médula espinal. De hecho, este implante tendría como función el restaurar la transmisión de las señales eléctricas en la espina dorsal dañada, actuando como si fuera una especie de derivación o puente a nivel local de la médula, lo que no era posible con la tecnología que existía.
Puedes ver una explicación más en profundidad en estos dos vídeos. El primero es de un telediario autonómico y puedes ver la noticia sobre el trabajo de Conchi a partir del minuto 13:10. El segundo es el vídeo presentación del propio proyecto Byaxon, que aunque está en inglés, tiene los subtítulos en castellano para que puedas entenderlo perfectamente.
Y el segundo proyecto, que es el que lidera y que se está llevando a cabo actualmente, se llama Piezo4Spine, y su título es “‘Matriz terapéutica dirigida a receptores Piezo: Un actuador multifactorial revolucionario para reparar la médula espinal lesionada”. Algunos de los investigadores que forman parte del proyecto Piezo4Spine. Fuente: Web del ICMM
Pero, ¿qué quiere decir esto?
Pues que quieren reparar lesiones medulares a través de la ciencia de materiales, la medicina regenerativa y la nanotecnología, aprovechando la mecanotransducción, es decir, la capacidad que tienen nuestras células y tejidos para sentir y responder a estímulos mecánicos. Quieren utilizar una matriz impresa en 3D con componentes biológicos que albergará unos “nano-vehículos” que serán capaces de llevar las terapias necesarias al sitio de la lesión neurológica.
¿Cómo se te ha quedado el cuerpo?
Y además, te voy a seguir contando alguna cosina más. El nombre del proyecto viene de los mecanoreceptores Piezo, que son uno de los ejes centrales del proyecto, y que no fueron descubiertos hasta el año 2010 por el investigador Arden Patapoutian, que recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2021 por su descubrimiento. Estos receptores son proteínas que se encuentran en la membrana de las células y son capaces de sentir vibraciones mecánicas y desencadenar respuestas celulares específicas.
Como puedes comprobar, este proyecto permitirá descubrir nuevo conocimiento y desarrollar tecnologías novedosas que no solo serán útiles para la regeneración neural, sino también para otras enfermedades.
Y en medio de todo esto, una mujer.
Y qué mujer.
Espero que te haya dejado con tantas ganas de saber cómo termina este proyecto como a mí. ¿Te atreves a soñar en cómo será el futuro de este proyecto?
Estoy convencida de que será apasionante.

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1 Comments

  • En MasticadoresFEM, podréis encontrar el artículo completado con imágenes sobre su protagonista y con algún video que nos habla de su trabajo.
    Muchas gracias por leer y compartir, y sobre todo a su autora, la divulgadora científica Marisa Alonso Núñez, que siempre nos deja tan interesantes perfiles y proyectos.

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