Presa del pánico, Betsy gritaba desesperadamente para que alguien la ayudara, pero nadie apareció a socorrerla. Un enorme dragón de Komodo estaba mordiéndole salvajemente el brazo.
Abrió los ojos y súbitamente todo se esfumó.

Subir al inicio
Presa del pánico, Betsy gritaba desesperadamente para que alguien la ayudara, pero nadie apareció a socorrerla. Un enorme dragón de Komodo estaba mordiéndole salvajemente el brazo.
Abrió los ojos y súbitamente todo se esfumó.
la escritura Desde los tiempos de la oralidad poética, —nos situamos en la Grecia clásica —ya surgían formas
1 Comments
[…] #Microrrelato: Parálisis del sueño by Neus Bonet i Sala […]