A veces cuando uno observa el duelo de una sociedad no puede menos que preguntarse si detrás de a quien despiden, hay aspectos que la propia sociedad debe cambiar pues está implícito la nueva era.
Una de las mujeres más ricas del mundo ha fallecido, alguien que ocupaba el vértice del poder pero nunca había dado una entrevista. ¿Es así como consideramos que debe ser nuestra sociedad?
El poder permanecer como inescrutable, casi en el sigilo de los equilibrios. Como si debiera abstenerse ante pequeños toques de mensajes para con ello construir una ideología que se funda con la sociedad y la representa. Hoy los ingleses lloran: ¿Qué lloran? A su alma, a su estabilidad, al futuro incierto que nos atrapa en esta globalización inestable donde algunos poderes muestran su apetito geopolítico.
¿O lloran al pasado? A los años que su Reina en el vértice del poder ayudo a equilibrar las diferentes dificultades del reino. Pero ese Castillo de Balmoral, donde la reina se refugiaba con tan solo dos personas de compañía, parece que marca un final.
Por ello el mensaje de los sex Pistols sigue vigente:
No future
No future
No future for you
No future
No future
No future for me
Hay allí, un reclamo a una sociedad que es ya una isla financiera alejada del unión Europea y con miedo ante las grietas que el bufón de su ex Primer Ministro Boris ocultó durante tres años.
Algunos dirán, es la Monarquía que ya no durará. Otros más fieles a los Sex Pistols diremos que una sociedad democrática debe establecer otras costumbres y diálogos políticos que este escenario de protocolos donde se esconde el mensaje para que el mensaje siga atrapado en la esfera no-democrática.
¡God Save the Queen!
