
jj zaratruciano link a su blogRealismo Antimágico
Se da demasiada importancia a la fuerza de voluntad, se juzga precipitadamente a aquellos que dejan las cosas para después, como si no tuvieran el carácter necesario para evitar tentaciones. También somos animales y el ambiente en el que nos movemos puede favorecernos o destruirnos. Si nuestro hogar está rodeado de dulces, bebidas o golosinas, es probable que las consumamos solo por el hecho de estar al alcance de la mano. En mi ciudad hay farmacias y licorerías por doquier, no es de extrañar que el consumo de medicamentos y alcohol sea uno de los más altos del mundo.
Critican a las personas por sus vicios, por no saber controlarse, pero si tu entorno facilita y estimula el acceso, pues es cosa de tiempo para caer, es cosa de tiempo para encontrarlo algo normal.
Si quiero escribir, tengo que facilitar mi ambiente para la escritura: tener lápices por todos lados, cuadernos en blanco a diestra y siniestra, un computador siempre listo para escribir, una libreta de bolsillo, en el baño, en la cocina, etc. Nuestro entorno tiene que ser atractivo para la escritura, entre más cómodo y fácil sea su acceso, más probabilidades tendremos para hacerlo. No es casualidad que grandes escritores prefieren la madrugada para el trabajo creativo, no es porque les guste levantarse temprano, es porque dicho ambiente estimula la paz y la concentración.
También funciona al revés; disponer del entorno no es sólo facilitar estímulos, también implica prescindir de aquellos que nos roben tiempo o energía, como algunas redes sociales, televisión u amistades yermas. La idea no es rechazarlas, es disponer de nuestro espacio y tiempo para que estén lo más lejos de nuestro campo visual. Entre menos accesible estén, entre más difícil sea darles atención, más fácil será alejarnos de ello.
La fuerza de voluntad puede ser más un tema de decoración que de psicología.
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