
“Riazanov pasó a la cuestión más peliaguda: la construcción de la segunda acería.
_ ¿La terminará en un año? —pregunto Stalin
_No, camarada Stalin-
_ ¿Por qué?
_Yo no soy un aventurero de la técnica.
Al instante se asustó de lo que acababa de decir. Stalin lo miró fijamente. Sus ojos se habían vuelto otra vez amarillos, densos, y una ceja se había enarcado hasta quedar casi vertical. Pronunció lentamente, alargando las palabras:
_ ¿Eso significa que en el Comité Central hay aventureros de la técnica?
_Dispense, no me he expresado bien. Me refería a lo siguiente…” Pág. 36 (1)
La larga unión entre el dictador y el miedo, puede convertir en legitima desde una obra pública hasta el discurso referido al poder. En este magistral relato Anatoli Ribakov sintetiza la relación entre el poder y el tecnócrata, quien guiado por aquel, afianza el crecimiento económico. Es conocido que la mayoría de las dictaduras han dado un salto tecnológico y de desarrollo construyendo. La mayoría de la sociedad siente una gran satisfacción cuando observan los índices manipulados del poder, luego comparan con su realidad y deducen que aquel debe continuar en el trono. Pero como dirá Stalin en la obra citada, el miedo no garantiza la continuidad, sino que además el dictador debe ser querido.
En el más puro estilo de manipulación los regímenes totalitarios ensalzan la figura del político como el padrecito bueno que estimula las iniciativas de desarrollo económico y marca los tiempos políticos con duros castigos a los burócratas que utilizan la riqueza para su poder personal.
En el caso soviético –pero podríamos citar a Mao, la expropiación de la propiedad privada crearía un vacío espiritual difícil de superar, llevando a la sociedad al stajanovismo en un primer momento, definido “por trabajar hasta la extenuación y considerar a la riqueza material” como una solución a este vacío, pero luego ante la ausencia de libertad reaparecería el estancamiento Brezneviano.
En esta dimensión consideramos a la Nomenklatura -y su grupo social- como un aparato de gestión basado en el robo y el fraude, pero con una gran dificultad: privatizar su riqueza y la obligación de normas para compartir colectivamente. En el plano político aparecen las purgas, o los desequilibrios en las luchas en la distribución. Es una compleja trama parecida a las organizaciones mafiosas: alianza, fidelidad, ruptura de la alianza, guerra entre los líderes y restablecimiento del equilibrio -el mejor ejemplo es la película El Padrino.
Gorbachov tendrá la claridad para desmontar este comportamiento mafioso de clanes del Estado y su restitución del poder a la sociedad. La etapa de Yeltsin será el laboratorio de luchas para distribuir la riqueza acumulada por todos en propietarios privados monopolistas que comenzarían a competir en el mercado.
Este largo proceso de casi 60 años, se podría haber evitado con la propiedad privada y las leyes capitalistas. La democracia solo aparece cuando una parte de las clases o grupos abandonan su comportamiento mafioso y aceptan la legislación, y en las clases populares se abandona el sueño del político-dictador basado en el mito “del buen padre”. Este nuevo momento político necesita de una Constitución, elecciones democráticas, opinión pública independiente, aparato burocrático estatal profesional y poder judicial.
En los próximos años nos queda por contemplar aun, un gigantesco proceso hacia la democracia en China, donde la riqueza estatal será privatizada, pero será ¿al estilo de Rusia? Una pauta la ha ofrecido la última reunión del Congreso del Partido Comunista Chino, en el cual el 10% de sus congresistas son dueños de miles de millones de Euros.
Notas:
(1)Los hijos del Arbat, Anatoli Ribakov. Edit Círculo de Lectores, 1989
“Pero ¿cuánto costaron esos ocho kilómetros cuadrados de bosque junto a la milenaria muralla? Pan Shiyi, el promotor, suele responder con esta historia:
‘En una ocasión, una pareja perdió el cadáver de su hijo muerto. Un hombre encontró el cuerpo y fue a ver al padre, que, apesadumbrado, le dio las gracias y le ofreció 12 yuanes. Pero el hombre los rechazó y le pidió 1.000. El padre, mirando el cuerpo de su hijo, le respondió: ‘Este producto tiene sólo un potencial comprador. Así que toma los 12 yuanes y vete’. Una muestra del pragmatismo con que los capitalistas rojos se han lanzado de cabeza a la denominada economía de mercado socialista para construir esa China que se celebró en Pekín. El XVI Congreso del Partido Comunista impuso un objetivo: bendecir la entrada de los empresarios en una Constitución que, en su artículo 24, establece que el Estado debe combatir ‘el capitalismo, el feudalismo y otras ideas decadentes’.” Fuente El País
3 Comments
Gorbachev fue un revolucionario genuino, amante de la democracia y por ende la libertad, pero no podemos olvidar que si no hubiera habido un Ronald Reagan del otro lado, no hubiera ocurrido nada. Los dos tumbaron al imperio soviético y trataron de acabar con el comunismo. Lamentablemente no pudieron erradicar ese mal del todo. Quedaron en el atraso Cuba, China y Corea del Norte, entre algunos otros…
Muy buen articulo y un saludo,
Francis
Un abrazo Juan
Un abrazo.