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Políticamente No correcto: Inteligencia A… ¡AY! by Una Fingal

Miro atrás, solo un poquito, en los tiempos de mi adolescencia, allá en la añorada década prodigiosa de los 80, (tampoco han transcurrido tantos años), y cuando devuelvo la mirada al presente me mareo ante los trascendentales cambios ocurridos y que están y se quedan.
En poco tiempo hemos cambiado de siglo y de milenio y nuestro orgullo de generación X, la de la incógnita… ¿Recuerdan? Por aquello de la masificación natalicia que no se sabía en qué iba a desembocar pero que a buen seguro se impediría ella misma ofrecerse oportunidades para todos. Esa generación, hoy, asiste mareada por el vértigo a la revolución científico-tecnológica que ha permitido hacer realidad los delirios (no tan delirantes) de Robert McCall al legarnos su novela de 1951, 2001 Odisea del Espacio, convertida en legendaria película por Kubrick. Nos dejó esta historia en manos del inmortal Hal (Heuristically Programmed Algorithmic - Computador algorítmico programado heurísticamente), para más inri de nuestros días, sobre todo en cuanto al gobierno de las redes sociales contra el libre albedrio humano se refiere. Y si no, reflexionen en la cantidad de estrategias empleadas por estas redes para mantener enredados a los usuarios cuyo único afán es burlar al dichoso algoritmo para esquivar el castigo de la invisibilidad. Y nadie comprende entretanto, que no hace otra cosa en la vida que vivir dentro de una realidad ficticia. Es como si la sociedad se hubiese trasladado a un ágora límbica donde nada importe salvo lo contado por una fotografía fake, y por tanto, testimonio de una fake suceso. El simple hecho de utilizar un filtro para mostrar un plano de un rostro parecido al de una muñeca de Famosa ya es no utilizar la sinceridad, por lo que se comprende cada vez con mayor desolación, que aquellos desdichados que se muestran puros y sin artificios, aquellos que cuentan que han ido al supermercado a comprar patatas y las han encontrado caras, no interesan a nadie, no tienen likes, y no son populares, esto conduce a algunas personas a desarrollar un fatídico complejo de fracaso, que no se corresponde con su realidad (esa tan ignorada, la de la calle, y la vida fuera del aparatejo diabólico, también llamado smartphone), en absoluto son fracasados, y tal vez sean personas de lo más interesante.
Poca broma, esto de ser popular y tener muchos likes genera adicción, competitividad mal entendida, complejos y frustraciones.
Pero yo estaba hablando de Hal, y lo retomo para seguir con los delirios de otro autor también muy influyente en nuestra generación, Philip K Dick y su impactante novela corta ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Con uno de los finales más místicos, filosóficos y a la vez poéticos que se recuerdan, cuando Roy Batty le dice a Rick Deckard:
«I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched C-beams glitter in the dark near the Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in the rain. Time to die».
«Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de ataque en llamas más allá del hombro de Orión. Miré rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Hora de morir».
Y cuando estas palabras bajo la lluvia quedaron envueltas por la belleza hipnótica de las notas de Vangelis y el azul tristeza de los ojos de Rutger Hauer, creo que Blade Runner nos golpeó en el corazón y entró a formar parte de nuestro ADN generacional.
Y por eso, ahora vienen los mareos, porque lo que entonces deseábamos con todas nuestras fuerzas que se produjese y hoy podríamos haber bendecido por ser y estar, ahora nos muestra una cara que no queremos ver, no nos gusta, porque se utiliza mal. Nuevamente la cara de la moneda de cambio, cruel con tal de llenar los bolsillos de quienes tienen el control y el poder, fortunas sin escrúpulos que no se detienen a desarrollar una IA bajo un paradigma ético.
Entre tanto florece el ChatGPT, que entre otras cosas les sirve a los alumnos más…, pongan ustedes el adjetivo, para plagiar trabajos y saltarse todas las normas de los exámenes, ríanse ustedes de las viejas chuletas, hoy la gente no se esfuerza ni en eso. ¿Qué clase de profesionales nos esperan? Porque a algunos ya se les ve el plumero, no hay más que leer los artículos sin fondo de los clickbait, que no dejan de ser más opio para el pueblo…
Y porque todo esto ya se escapa al propósito de este artículo, lo abordaremos más adelante. Prometido.

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