
DESDE MI RETIRO. Carta de Concha Espina
1936. Mazcuerras
(Santander. España)
Te escribo a ti, lectora desconocida de esta carta que no sé si algún día llegará a tus manos. Te escribo a sabiendas de que tal vez nunca me comprendas, de que puedas criticar las decisiones tomadas en mi vida; a sabiendas de que me pondrán etiquetas que ocultarán para siempre el sentido de mi obra, etiquetas que me abocarán al olvido y quién sabe si incluso a la ignominia.
Te escribo a ti, de quien tantas veces he contado los pesares, también las alegrías; en quien he ido enredado los hilos de mi propia vida, porque, al fin y al cabo ¡son tan parecidas todas las vidas de nosotras, las mujeres!
Te escribo para contarte que, tras los muros de mi casa, me llega el rumor infausto de las batallas en las que se debaten nuestros hijos, nuestros esposos, acaso incluso nuestros padres…, y me estremezco igual que seguramente tú lo harás si te hallas en similares condiciones mientras pienso si no es más útil la palabra para salvar las distancias que estas absurdas luchas quien nos enfrentan, que nos separan e incluso nos matan, sin llegar realmente a solucionar nada más que un cambio de nombre en los papeles, en los puestos que gustan ostentar quienes se empeñan en gobernarnos. Y es que de todos estos vaivenes entre quienes quieren manejar nuestros destinos lo único que me queda realmente claro es que siempre somos las mujeres quienes somos más víctimas.
Si hay algo que prohibir, prohibámoselo a las mujeres; si hay alguien a quien recriminar, recriminemos a las mujeres; si hay alguien a quien forzar, forcemos a las mujeres. Eso parece repetir la historia siglo tras siglo, acontecer tras acontecer.
Pero yo no quiero doblegarme a ese destino y lucho contra él con las mejores herramientas que tengo a mi alcance: la palabra que vuelco día a día en mi escritura. Quizá sea una utopía, pero llenar mis novelas de mujeres que denuncian sus crueles circunstancias, se enfrenten o no al destino de sus vidas, ya es para mí un paso importante, un rayo de esperanza. Da igual si acaban doblegadas nuevamente, sé que es un avance que tal vez un día escape del papel para convertirse en una realidad palpable y duradera. No sé. Como te digo, es un rayo de esperanza al que aferrarme mientras fuera de estos muros, no lejos de aquí, lo nuestros se debaten en batallas no buscadas.
De palabras quisiera yo las batallas, de palabras y de versos que curen el alma, que ahonden en los sentimientos propios y extraños, que se hermanen en la búsqueda de un mundo mejor. Tal vez si algún día nos dan más voz a las mujeres.
Concha Espina
(Supuesta carta que podría haber sido escrita por Concha Espina en algún momento de su encierro en Mazcuerras, imaginada por Mercedes G. Rojo para el intercambio artístico – literario de Santa Colomba de Somoza en el marco de los diversos homenajes que se le hicieron a la cántabra durante dos años y recogido en el libro Artistas de León al rescate de Concha Espina. Ediciones del Lobo Sapiens. León, 2020, bajo su propia coordinación literaria)
2 Comments
Gracias Felicitas. Leyendo la obra de su etapa más importante no resulta difícil hacerlo. Ojalá le diéramos nuevas oportunidades para su lectura. A ella y a otras como ella. Muchas gracias por publicar esta hipotética carta que tal vez hubiera podido escribir ella misma.
Saludos cordiales:hoy dia sigo escribiendo,claro reflexiones,opiniones,penas,alegrias lo que siento en cada momento.Aprendo muchode esa otra mujer que todas tenemos en un rinconcito de nuestro cerebro.Saludos cordiales.