Ahora que ya termina quiero agradecer el día de hoy, con todo lo que la palabra día contiene. Gracias por su luz, por toda la que hoy nos ha iluminado y por el milagro cotidiano de su amanecer y su crepúsculo. Gracias por todo su aire, a ése que exactamente hoy nos ha envuelto y que, bien apreciándolo o bien de forma inconsciente, nos ha sido dado respirar. Gracias por cada uno de los pequeños movimientos que han tenido lugar en él, a esas sutiles causas y efectos que, extendiéndose y ramificándose, han tejido este día diferente y único. Gracias por el que hoy no me he atrevido a ser y por el que sí, con sus defectos y virtudes. Gracias a los compañeros, amigos y conocidos y gracias también a los desconocidos con los que hoy me he cruzado, porque, bien pensado, es maravilloso que existáis a mi alrededor.
Gracias por las alegrías y, también, por las frustraciones y los fracasos. Gracias por los problemas y por el caos incontrolable, esa parte imprescindible de la vida para crecer. Gracias por la pequeña parte de realidad que he podido percibir, y que no es, ni de lejos, la realidad. Gracias por las horas, por los minutos y por cada segundo imperceptible de este día sobre el que he viajado hasta este momento, ahora, en que os agradezco.
Y para terminar, gracias a las personas que quiero, aunque hoy ni las haya visto ni escuchado ni siquiera pensado, estén vivas o ya no.
Gracias. Mañana más.
Libro del autor:
Gracias por las alegrías y, también, por las frustraciones y los fracasos. Gracias por los problemas y por el caos incontrolable, esa parte imprescindible de la vida para crecer. Gracias por la pequeña parte de realidad que he podido percibir, y que no es, ni de lejos, la realidad. Gracias por las horas, por los minutos y por cada segundo imperceptible de este día sobre el que he viajado hasta este momento, ahora, en que os agradezco.
Y para terminar, gracias a las personas que quiero, aunque hoy ni las haya visto ni escuchado ni siquiera pensado, estén vivas o ya no.
Gracias. Mañana más.
Libro del autor:
