“He aprendido que puedes descubrir mucho acerca de una persona si te fijas como se enfrenta a estas tres cosas: perder el equipaje, un día de lluvia y una ristra enredada de Luces de Navidad. Maya Angelou
Los días de lluvia nos enfrentan al desorden en esta era del calentamiento global, asumimos que es beneficioso su aparición y tal vez ya no condiciona nuestras mentes como antiguamente.
La pérdida del equipaje suena a despropósito que nos acompaña en este viaje, pero 250 millones de personas emigran por año, son los candidatos a sobrevivir a la perdida, a la ausencia de perspectivas pasadas y al disimulo, la ruptura, la búsqueda de nuevos horizontes y a aceptar su fracaso. Ayer los datos daban que España devolvió a 30 personas cada día en los últimos 4 años y las restantes 100 se quedaron aproximadamente dentro del país en situación de a-legalidad.
Nuestra sociedad está dividida al respecto entre quienes consideran que es un drama humano y aquellos que buscan construir mayores muros. Confieso que me inclino por el muro, aunque va por días. En la globalización solo perduraran aquellas sociedades que incorporen talento, o incorporen a personas con la ilusión por crecer y hacerse un espacio en sociedades tolerantes. Es aquí donde nos encontramos en el caso español. Hasta ahora nos distingue la tolerancia, el amor a la vida, la descuidada pasión por rodearnos de gente y compartir la plaza, el mercado, la terraza. Tal vez por ser 48 millones que aceptan a 80 millones más que visitan su casa cada año y nos cuentan (y pagan) diciendo que somos fantásticos. Luego casi tres millones de extranjeros viven con nosotros de manera estable (ayer llegaron 500 recogidos y el año pasado 45.000)
O... los 150.000 colombianos que han llegado en 2022. En suma, somos especialistas en no perder las maletas de los demás. De mover 80 millones de historias que van de un lado a otro. Ello nos da una autoridad para decir que somos una sociedad tolerante, ágil, dinámica, que ama la vida, y está preparada para competir en la globalización.
¿Y la ristra de luces de Navidad? Les dejo esta respuesta a ustedes.
Los días de lluvia nos enfrentan al desorden en esta era del calentamiento global, asumimos que es beneficioso su aparición y tal vez ya no condiciona nuestras mentes como antiguamente.
La pérdida del equipaje suena a despropósito que nos acompaña en este viaje, pero 250 millones de personas emigran por año, son los candidatos a sobrevivir a la perdida, a la ausencia de perspectivas pasadas y al disimulo, la ruptura, la búsqueda de nuevos horizontes y a aceptar su fracaso. Ayer los datos daban que España devolvió a 30 personas cada día en los últimos 4 años y las restantes 100 se quedaron aproximadamente dentro del país en situación de a-legalidad.
Nuestra sociedad está dividida al respecto entre quienes consideran que es un drama humano y aquellos que buscan construir mayores muros. Confieso que me inclino por el muro, aunque va por días. En la globalización solo perduraran aquellas sociedades que incorporen talento, o incorporen a personas con la ilusión por crecer y hacerse un espacio en sociedades tolerantes. Es aquí donde nos encontramos en el caso español. Hasta ahora nos distingue la tolerancia, el amor a la vida, la descuidada pasión por rodearnos de gente y compartir la plaza, el mercado, la terraza. Tal vez por ser 48 millones que aceptan a 80 millones más que visitan su casa cada año y nos cuentan (y pagan) diciendo que somos fantásticos. Luego casi tres millones de extranjeros viven con nosotros de manera estable (ayer llegaron 500 recogidos y el año pasado 45.000)
O... los 150.000 colombianos que han llegado en 2022. En suma, somos especialistas en no perder las maletas de los demás. De mover 80 millones de historias que van de un lado a otro. Ello nos da una autoridad para decir que somos una sociedad tolerante, ágil, dinámica, que ama la vida, y está preparada para competir en la globalización.
¿Y la ristra de luces de Navidad? Les dejo esta respuesta a ustedes.
3 Comments
Interesante. Estoy contigo en que algunos días estoy de parte de un muro impenetrable y otros me decanto por ser mas tolerante. Pero la realidad…para mi…es que al emigrante hay que aceptarlo y punto. Creo que ya aquello de pensar que esto es mío y para nadie mas no tiene sentido en lo absoluto. Hoy en dia tenemos científicos medicos de diferentes países, escritores, músicos, arquitectos, planificadores, comerciantes etcetera así que no debemos seguir sonando en ese nacionalismo porque este es un mundo internacional. Como dijo John Lennon, imagínate un mundo sin países, no cuesta mucho hacerlo…
Un saludo valenciano,
Francisc
Coincido,,, saludos Juan
Un abrazo