
Son, sin duda, una excepcionalidad, una rareza, aunque no como definiría tal cosa un coleccionista sino algo que precisa de tal conjunto de circunstancias para darse que sólo a los muy afortunados les es concedido participar de ellos.
No requieren ritos ni sortilegios aunque sean ellos mismos una forma inmarcesible de oración a los supremos intangibles. Ni altares exigen. Ni han sucedido, necesariamente, entre los más afamados amantes de la historia.
La condición primordial es la comunión de las Almas de los besantes y no solamente en el instante mismo de producirse sino en todas las medidas del tiempo. Siendo así, los labios llegan a los labios, se contienen unos a otros, son al unísono una realidad impalpable que se licua para mejor contenerse… gotitas que, en virtud del sol, vuelan y se incardinan a los recorridos del agua: de los mares a las nubes, de las nubes a los ríos y otra vez a los mares…. En esos viajes, los amantes licuados, pueden tomar la forma de los colores o de las músicas… regresan a sus cuerpos sin saber, sin que les importe siquiera, el tiempo transcurrido porque el tiempo, consciente de la importancia, contuvo el aliento para no molestar…
Ese beso es de agua de la que todo nace. Líquido es el saco amniótico que protege la primera presencia, el primer incorporarse…
Muy pocas son las noticias sobre los Besos de Agua, tal es su escasez, apenas unos pocos cientos a lo largo de la historia y aun estos resultan imposibles de documentar. Se sabe, eso sí, que es tanta la energía que liberan que compensan casi todo el cúmulo de desgracias que el planeta y sus moradores soportan…y causan…
Ocurre, se da o sucede sin que los amantes lo sepan. A veces nunca. A veces alcanzan a comprenderlo años después… dicen que el que sucedan es una de las razones por las que Dios aun sonríe. Y conserva la esperanza.
2Comments
Add yoursUsted no habla de humanos y mucho menos de la Tierra, ¿verdad?
Sí señor. Hablo de humanos y, por supuesto, de la Tierra ya que por ahora no me consta que los haya en otra parte.
Tal vez lo que ocurre es que no todos estamos capacitados par percibir las mismas cosas así como no gozamos de la música de igual modo, de la pintura…. o de la gastronomía.
A veces es cuestión de tener los ojos no sólo bien abiertos sino dispuestos a ver un poco más allá de lo evidente.
Muchas gracias tanto por su atención como por el comentario.
Saludos
JL