
«Vino un viento y te desenvolvió»
«La paciencia de los árboles» María Sotomayor
Hay lugares donde la paciencia es otra. Aquí, sin embargo, a la paciencia la despiertan el canto de gorriones y golondrinas por la mañana.
Es tiempo de anidar. Diría que cuando abras los ojos, habrán dado su jornal para habitar en el nido, al fresco. Y esperan mientras alguien se cuela como rayo de luz entre ellos.
Alguna vez hablé de su vals matutino, no necesitan seguir protocolos, ni siquiera tienen música. Crean su propia versión. Una nueva cada día. Cada día, con paciencia nace un nueva partitura de ellos. Aunque nadie los mire.
Gema Albornoz