(Francisco Bravo Cabrera, comenzado el 6 de septiembre de 2023, en Valencia, escuchando a la obertura de Don Giovanni de Mozart)
La vida y la realidad son dos de los misterios más duraderos y enigmáticos de la historia. No dudo que desde que el primer hombre tuvo uso de razón comenzó a buscar el significado de la vida y también a tratar de descubrir que es la realidad. Se supone que la realidad sea lo que existe, el conjunto de cosas que componen lo que vemos, lo que pisamos, lo que sentimos a nuestro alrededor. Bueno, más o menos…
Los sacerdotes y los filósofos de la antigüedad concluyeron que la realidad fue creada por un ser (o seres) superior a ellos, todo poderoso, omnisciente y omnipresente. Después el concepto de dioses o de un solo Dios se fue dejando atrás y en lugar de los sacerdotes y de los filósofos a la palestra se colocaron los científicos e inmediatamente comenzaron a postular sus ideas y a dar explicaciones. Se cambio la religión por la ciencia, la fe por el razonamiento y los libros sagrados por libros de química, biología y física que interpretaban el cosmos y definían al ser humano. Por supuesto según el criterio de la ciencia que ya se había establecido firmemente como la nueva religión.
Así nos acostumbraron al truco y a la trampa que siempre ha existido y nos hicimos fans del “fake news” convirtiéndonos en auténticos tontos útiles.* Todo lo aceptamos si nos lo dice un tío con bata blanca, gafas de montura gruesa y negra, calvo y con cara de mala leche, con un lápiz en la mano y otro tras la oreja derecha. Mucho más si nos lo dice un político con saco y corbata o uno “progresista” en mangas de camisa. El hecho es que la explicación “oficial” la tomamos por verdad infalible, implacable e incuestionable. Nos hemos convertido en tales borregos que estamos dispuesto a despeñar al desgraciado listillo intrépido que se atreve a cuestionar la palabra de los expertos.
Venga, hay que tener presente que hoy en día las explicaciones oficiales son palabra de dios, el dios en que se han convertido los anteriormente mencionados. Ellos nos dicen lo que tenemos que aceptar o rechazar y en que tenemos que creer con fe ciega y sin cuestionar nada. Cuando surgen testigos de cosas extraordinarias, como avistamientos de OVNIs, inmediatamente los portavoces de los “expertos” corren a todos los medios noticiosos para desmentir y ridiculizar a los testigos porque han confundido una nube con un disco volador extraterrestre y fue una nube y nada más. ¡Ostras! Ha hablado la ciencia. Y las nuestras carcajadas, siendo nos los acólitos del régimen que nos engaña, se escuchan hasta en China.
Pero… Estamos despertándonos de ese sueño hipnotizante que nos ha embobecido por tantos años. Hemos abierto ya los ojos, nos hemos quitado las legañas y estamos en búsqueda de las verdades que nos han ocultado y de las que nos siguen ocultando. Claro, los gobiernos y la ciencia oficial defienden sus mentiras y nos tratan de humillar diciendo que no somos más que fanáticos y chalados. Nos acusan de regar teorías conspiranoicas. Y para el que no sepa lo que son, os diré que el “conspiracionismo” lo ideo un tal Frank P. Minz, académico norteamericano, en la década de los 1980. Esto fue lo que escribió Mr. Minz:
“El conspiracionismo (sic) satisface las necesidades de diversos grupos políticos y sociales en Estados Unidos y otras regiones. Identifica élites, las culpa por las catástrofes económicas y sociales, y asume que las cosas serán mejores una vez la acción popular las pueda remover de las posiciones de poder. Como tales, las teorías conspirativas no tipifican una época o ideología particular.”**
La realidad, este mundo en que vivimos, quizá no sea más que un simulacro computarizado, guiado y controlado por seres, o saber qué, que actúan como programadores. Juegan con nosotros como si estuviéramos en un enorme videojuego cósmico. ¿Y qué es la vida? ¿Qué somos nosotros? Ni puta idea. Quizá lo sepas tu y me lo dirás...
Notas:
* Lenin los llamó «idiotas útiles», aquella gente que vivía bajo democracias liberales quienes, al brindar apoyo material y moral a una ideología totalitaria, en efecto estaban entretejiendo la soga con la que serían ahorcados. El porqué gente que disfrutaba de libertad y [una relativa] prosperidad, trabajaba apasionadamente para destruir a ambas es una pregunta fascinante, que aún está con nosotros hoy en día. Ahora los idiotas útiles pueden encontrarse en el coro del apaciguamiento, reflexivo antiamericanismo, e idealismo sentimental que trata de inhibir las respuestas necesarias hacia otra ideología que odia la libertad, el Islam radical.( Traducido de Bruce S. Thornton, The chorus of useful idiots/"El coro de los idiotas útiles"/Frontpage magazine, primero de noviembre de 2002/Wikipedia)
** Mintz, Frank P. The Liberty Lobby and the American Right: Race, Conspiracy, and Culture. Westport, CT: Greenwood. p. 199.(Wikipedia)
La vida y la realidad son dos de los misterios más duraderos y enigmáticos de la historia. No dudo que desde que el primer hombre tuvo uso de razón comenzó a buscar el significado de la vida y también a tratar de descubrir que es la realidad. Se supone que la realidad sea lo que existe, el conjunto de cosas que componen lo que vemos, lo que pisamos, lo que sentimos a nuestro alrededor. Bueno, más o menos…
Los sacerdotes y los filósofos de la antigüedad concluyeron que la realidad fue creada por un ser (o seres) superior a ellos, todo poderoso, omnisciente y omnipresente. Después el concepto de dioses o de un solo Dios se fue dejando atrás y en lugar de los sacerdotes y de los filósofos a la palestra se colocaron los científicos e inmediatamente comenzaron a postular sus ideas y a dar explicaciones. Se cambio la religión por la ciencia, la fe por el razonamiento y los libros sagrados por libros de química, biología y física que interpretaban el cosmos y definían al ser humano. Por supuesto según el criterio de la ciencia que ya se había establecido firmemente como la nueva religión.
Así nos acostumbraron al truco y a la trampa que siempre ha existido y nos hicimos fans del “fake news” convirtiéndonos en auténticos tontos útiles.* Todo lo aceptamos si nos lo dice un tío con bata blanca, gafas de montura gruesa y negra, calvo y con cara de mala leche, con un lápiz en la mano y otro tras la oreja derecha. Mucho más si nos lo dice un político con saco y corbata o uno “progresista” en mangas de camisa. El hecho es que la explicación “oficial” la tomamos por verdad infalible, implacable e incuestionable. Nos hemos convertido en tales borregos que estamos dispuesto a despeñar al desgraciado listillo intrépido que se atreve a cuestionar la palabra de los expertos.
Venga, hay que tener presente que hoy en día las explicaciones oficiales son palabra de dios, el dios en que se han convertido los anteriormente mencionados. Ellos nos dicen lo que tenemos que aceptar o rechazar y en que tenemos que creer con fe ciega y sin cuestionar nada. Cuando surgen testigos de cosas extraordinarias, como avistamientos de OVNIs, inmediatamente los portavoces de los “expertos” corren a todos los medios noticiosos para desmentir y ridiculizar a los testigos porque han confundido una nube con un disco volador extraterrestre y fue una nube y nada más. ¡Ostras! Ha hablado la ciencia. Y las nuestras carcajadas, siendo nos los acólitos del régimen que nos engaña, se escuchan hasta en China.
Pero… Estamos despertándonos de ese sueño hipnotizante que nos ha embobecido por tantos años. Hemos abierto ya los ojos, nos hemos quitado las legañas y estamos en búsqueda de las verdades que nos han ocultado y de las que nos siguen ocultando. Claro, los gobiernos y la ciencia oficial defienden sus mentiras y nos tratan de humillar diciendo que no somos más que fanáticos y chalados. Nos acusan de regar teorías conspiranoicas. Y para el que no sepa lo que son, os diré que el “conspiracionismo” lo ideo un tal Frank P. Minz, académico norteamericano, en la década de los 1980. Esto fue lo que escribió Mr. Minz:
“El conspiracionismo (sic) satisface las necesidades de diversos grupos políticos y sociales en Estados Unidos y otras regiones. Identifica élites, las culpa por las catástrofes económicas y sociales, y asume que las cosas serán mejores una vez la acción popular las pueda remover de las posiciones de poder. Como tales, las teorías conspirativas no tipifican una época o ideología particular.”**
La realidad, este mundo en que vivimos, quizá no sea más que un simulacro computarizado, guiado y controlado por seres, o saber qué, que actúan como programadores. Juegan con nosotros como si estuviéramos en un enorme videojuego cósmico. ¿Y qué es la vida? ¿Qué somos nosotros? Ni puta idea. Quizá lo sepas tu y me lo dirás...
Notas:
* Lenin los llamó «idiotas útiles», aquella gente que vivía bajo democracias liberales quienes, al brindar apoyo material y moral a una ideología totalitaria, en efecto estaban entretejiendo la soga con la que serían ahorcados. El porqué gente que disfrutaba de libertad y [una relativa] prosperidad, trabajaba apasionadamente para destruir a ambas es una pregunta fascinante, que aún está con nosotros hoy en día. Ahora los idiotas útiles pueden encontrarse en el coro del apaciguamiento, reflexivo antiamericanismo, e idealismo sentimental que trata de inhibir las respuestas necesarias hacia otra ideología que odia la libertad, el Islam radical.( Traducido de Bruce S. Thornton, The chorus of useful idiots/"El coro de los idiotas útiles"/Frontpage magazine, primero de noviembre de 2002/Wikipedia)
** Mintz, Frank P. The Liberty Lobby and the American Right: Race, Conspiracy, and Culture. Westport, CT: Greenwood. p. 199.(Wikipedia)